Amnistía acusa al régimen sirio de "crímenes de guerra" en Guta Oriental

  • Amnistía Internacional denunció este miércoles que el gobierno sirio comete "crímenes de guerra" contra los habitantes de Guta Oriental, una región controlada por los rebeldes cerca de Damasco, donde los bombardeos del régimen agravan la difícil situación de los civiles.

Unas 163.000 personas, asediadas, "luchan por sobrevivir" en esta región, señala la organización de defensa de los derechos humanos en un nuevo informe publicado el miércoles.

Amnistía denuncia igualmente las "violaciones" cometidas en esta zona por el grupo rebelde "Ejército del Islam". Este grupo es responsable de secuestros, detenciones arbitrarias, bombardeos indiscriminados y de privar a los civiles de un acceso a la comida.

Guta Oriental, al este de la capital siria, se encuentra sometida desde hace casi dos años a un asedio impuesto por las fuerzas gubernamentales, que reforzaron este último mes.

Las restricciones agravaron la situación humanitaria con un acceso limitado a la comida y al agua potable en este bastión de la oposición al este de Damasco.

Además de las restricciones, Guta Oriental es el blanco habitualmente de bombardeos aéreos del régimen.

"La vida cotidiana se ha convertido para muchos en una larga sucesión de dificultades y sufrimientos", afirmó Said Boumedouha, director adjunto del programa Oriente Medio y Norte de África de Amnistía Internacional.

"Al bombardear de manera reiterada zonas muy pobladas en una serie de ataques directos, indiscriminados y desproporcionados y al asediar ilegalmente a civiles, las fuerzas gubernamentales sirias cometieron crímenes de guerra", añadió Boumedouha.

Entre enero y junio de 2015, Amnistía registró al menos 60 ataques del régimen, que dejaron unos 500 civiles muertos.

"El momento y el lugar de estos ataques parecen escogidos deliberadamente para ocasionar el máximo de daños y pérdidas civiles", precisó.

El informe describe los efectos del asedio en esta región y acusa al gobierno sirio de utilizar "la hambruna como arma de guerra".

Amnistía renovó sus llamados a autorizar un acceso humanitario sin obstáculos a Siria e urgió a la Corte Penal Internacional a analizar la situación.

Más de 240.000 personas han muerto en Siria desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, según el último balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

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