"La gente está rechazando el miedo. Pueblos valientes, liderados principalmente por jóvenes, se están levantando y hablando de cara a las balas, palizas, gases lacrimógenos y tanques", ha dicho Salil Shetty, el secretario general de Amnistía Internacional.
"Desde el fin de la Guerra Fría no teníamos tantos gobiernos represivos afrentando semejantes retos a su control sobre el poder", ha dicho en un comunicado con motivo de la presentación del en su informe anual sobre los Derechos Humanos en el mundo. "Pero hay una seria respuesta de las fuerzas de represión", ha agregado.
El triunfo de uno u otro bando depende de cómo se comporten los gobiernos, pero también de cómo el mundo apoye a los movimientos, ha dicho Shetty a Reuters en una entrevista. "Podría inclinarse en cualquier dirección en algunos de los países. Libia pende de un hilo, Siria también", declaró.
Los alzamientos en el norte de África y en Oriente Medio este año han llevado al derrocamiento del líder de Túnez Zine al Abidine Ben Alí y del presidente de Egipto Hosni Mubarak.
La OTAN continúa su intervención en Libia después de la dura represión a la revuelta contra el líder libio Muamar al Gadafi. Siria, Yemen, Bahréin y otros países han sido y son escenarios de protestas contra sus gobernantes
Shetty critica a los países ricos que no respetan los derechos de los refugiados y de quienes buscan asilo. "Nosotros tenemos a miles de refugiados que vienen desde el norte de África y Oriente Próximo a quienes no se les están otorgando sus derechos en Europa", dijo a Reuters.
Redes sociales y teléfonos
El informe de Amnistía destaca el papel de internet y las redes de sitios sociales como Facebook y Twitter al colaborar con los activistas para eludir la represión a la libertad de expresión.
La lucha por el control al acceso a la información y los canales de comunicación se está librando, mientras los gobiernos luchan por controlar las redes de medios sociales, sostiene.
Gobiernos represivos como los de Azerbaiyán, China e Irán están tratando de evitar de manera anticipada revoluciones similares en sus países, dice el informe.
Amnistía Internacional dice que las compañías que proveen acceso a internet, comunicaciones de telefonía móvil y redes sociales deben respetar los derechos humanos y no convertirse en colaboradores de gobiernos represivos que quieren espiar a sus ciudadanos.
El operador británico de telefonía móvil Vodafone bloqueó sus redes en Egipto cumpliendo órdenes de los funcionarios de Mubarak durante las protestas en febrero (incluso mandó mensajes en su favor, según denunció Al Jazeera), pero Google buscó maneras para superar las barreras impuestas a la navegación en Internet.
Si quieres saber más, visita nuestro especial sobre las revueltas en el mundo árabe.
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