(ampliación) 20-n. Rubalcaba señala la “irresponsabilidad” de aznar para cuestionar la confianza de rajoy


El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló este jueves la “irresponsabilidad” de José María Aznar al decir que España "está en quiebra" como ejemplo para cuestionar la confianza en la que el PP de Mariano Rajoy basa todo su proyecto político.
Rubalcaba estuvo esta noche en Palma de Mallorca, en el Trui Teatre, ante unas 1.500 personas que llenaban el aforo disponible y muy entregadas, y bromeó al explicar que le han dejado “emparedado” en Baleares, entre Rajoy que estuvo el día anterior, y Aznar que estará el viernes.
“Son el punto y la i. Rajoy estuvo pero no dijo nada, y mañana viene Aznar y ya veréis”, bromeó Rubalcaba, pero ya más en serio alertó de que es “muy mala cosa” para el país que el candidato en las elecciones “calle” y sea el expresidente el que “hable” y el que, incluso, le incite a actuar.
“Y hay algo peor”, añadió, “que quien ha sido presidente en un momento como el que vivimos de inestabilidad financiera, con el euro como lo tenemos, con Europa como la tenemos”, proclame que España está “en la bancarrota”. Es “muy grave, incomprensible, irresponsable”, además de una “falsedad”.
Fue el día anterior en un acto en León cuando Aznar culpó al Gobierno de la “quiebra” de España, y el candidato preguntó al ex presidente y al candidato del PP si creen que esa reflexión es ejemplo de la confianza en España en la que Rajoy está basando todo su proyecto.
El acto lo abrió desde la tribuna el diputado Pablo Martín, que se afilió en 1995 y al que Rubalcaba puso como ejemplo para agradecer el apoyo a quienes están “detrás” de su proyecto. “Es fácil subirse al carro cuando las cosas están fáciles” pero no apoyar ante las dificultades, dijo.
A todos esos socialistas que ahora están detrás de su proyecto les emplazó a “dar la cara” y explicar las propuestas a los ciudadanos que alguna vez votaron al PSOE y ahora esperan tener razones para volver a hacerlo. “No van a venir a las sedes, a los actos, hay que ir a buscarlos, darles una explicación y un proyecto”, advirtió.
Si se hace hasta el final de la campaña, les dijo, “veréis como (en las elecciones) pasa una cosa completamente distinta a lo que algunos andan diciendo, vendiendo la piel del oso antes de cazarlo”, lo cual es una “falta de respeto elemental a quien ejerce el poder en democracia, que es el ciudadano”.
El deber de un político, aseguró, es “leer en privado y explicar lo que pensamos en público”, y no, como hizo Rajoy en el debate del pasado lunes, “leer en público y decir lo que piensas en privado”.
Aunque Rajoy calla, insistió, tiene “intérpretes” de sus silencios, sobre todo los presidentes autonómicos del PP, que “no paran de hablar y de actuar” y que en algunos territorios, como Baleares, han sacado “la motosierra”.
En ese sentido, alertó de que hay comunidades donde el PP no se excusa en la herencia recibida para justificar recortes, como Extremadura, pero es simplemente porque allí no tiene poder suficiente para acometerlos, y de ello concluyó que “cuanto más poder tiene, más recorte, y si el poder es absoluto, recorta absolutamente”, porque lo que ocurre es que “les va la marcha”.
Frente a quienes nunca reconocen que son “de derechas” y apelan a expresiones como “de centro reformista, que suena a rehabilitación de edificios”, el candidato se definió claramente “de izquierdas y socialista”, y se mostró dispuesto a hacer una campaña doble, explicando su programa y el del PP.
Así, argumentó, los ciudadanos sabrán que el sistema de “capitalización” que Rajoy propone para el desempleo implica “cobrar menos y menos tiempo”, y que sus demandas para las pymes son las que la CEOE pidió “una y otra vez” en las mesas de negociación.
En ese sentido, el ex presidente de Baleares y secretario general de los socialistas de las islas, Francesc Antich, denunció que el proyecto del PP es “un campo de minas”, que cada dos o tres párrafos tiene “un torpedo” contra la línea de flotación del estado del bienestar.
La única referencia a ETA fue la del diputado Pablo Martín, que agradeció la “enorme contribución” de Rubalcaba al final de la banda, desde la comunidad autónoma donde cometió el último atentado.

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