(AMPLIACIÓN) EL GOBIERNO CONFIRMA CON SU AUSENCIA EN EL CONGRESO QUE NO SE SOMETERÁ AL CONTROL PARLAMENTARIO

El Gobierno confirmó este jueves con la ausencia del ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, de la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados que no se someterá al control parlamentario mientras siga en funciones.
Morenés no acudió finalmente a la Cámara Baja, donde los grupos parlamentarios le habían convocado para que informara de los acuerdos adoptados en la reunión de la OTAN celebrada el mes pasado y, en especial, de la nueva operación naval de la Alianza Atlántica en el Mar Egeo contra las mafias que trafican con refugiados.
Finalmente, se ha impuesto el criterio del Gobierno que sostiene que no puede someterse al control del Parlamento porque no existe "relación de confianza" con las Cámaras actuales al corresponder con legislaturas diferentes y no haber sido nombrado por la actual composición del Congreso de los Diputados.
El Congreso podrá tomar las medidas que considere oportunas ante esta situación. De hecho, su presidente, Patxi López, avisó de que podría recurrir ante el Tribunal Constitucional la negativa del Gobierno a someterse al control parlamentario.
"Como ven sus señorías se encuentra ausente, ha comunicado que no comparecerá y no podemos darle la palabra", aseguró el presidente de la Comisión de Defensa, José María Barrera, que, sin embargo, abrió el turno intervenciones "para que los portavoces tengan la oportunidad de intervenir".
La confrontación entre el Ejecutivo en funciones y los grupos parlamentarios arrancó el pasado día 10 cuando el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, defendió que no tenía "ningún sentido” la comparecencia de Morenés a través de un informe que remitirá ante cualquier futura petición de comparecencia. Trasladó al Congreso que recurra "a la vía judicial" si hay “discrepancias”.
INSTRUCCIONES DEL GOBIERNO
Según confirmaron a Servimedia fuentes parlamentarias, Barreda aprovechó la sesión plenaria del pasado martes para hablar con Morenés con el propósito de hacerle ver la conveniencia de que compareciera para evitar el revuelo que provocaría su ausencia.
Estas mismas fuentes aseguraron que el ministro le trasladó que seguía las instrucciones sugeridas desde Presidencia.
Ante esta situación, el portavoz del PSOE en la Cámara Baja, Germán Rodríguez, acusó al Ejecutivo de haberse declarado en “rebeldía” al “impedir de manera descarada” que el Gobierno se someta al control parlamentario.
“Dejen de escudarse en informes de parte para evitar que se pueda ejercer con normalidad democrática esa función de control parlamentario al Gobierno establecido en la Constitución”, sentenció.
En esa línea, la portavoz de Defensa de Podemos, Tania Sánchez, dijo que los objetivos de la misión de la OTAN en el Egeo “no son temas menores para comprometer a un país sin que su Parlamento lo conozca”. “El Gobierno está descontrolado”, aseveró.
Esto le sirvió para acusar al Gobierno de “esconder tras palabras grandilocuentes los intereses propios”.
"BUSCAR COUTA DE PANTALLA"
A su vez, el portavoz de Defensa de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, afirmó que “se ha perdido el sentido común” y definió como una “absurdez” la ausencia de Morenés de la Cámara, quien “hurta a las Fuerzas Armada de realzar el prestigio de la labor que realizan” y darla a conocer a la sociedad.
Por su parte, el diputado del PNV Iñigo Barandiaran reiteró la pretensión de su grupo de obligar por ley a los gobiernos en funciones a someterse al control parlamentario.
La diputada de Democràcia i Llibertat (DiL) Miriam Nogueras calificó la ausencia de Morenés como un “insulto” y una “gran falta de respeto”, lo que le sirvió para anunciar que una Cataluña independiente “nunca será el reflejo de la incompetencia que se está dando aquí”, mientras que Joan Baptista Olòrizse mostró partidario de plantear la reprobación del ministro. Esta pretensión contó con el apoyo del representante de Ciudadanos.
Por último, el portavoz de Defensa del PP en el Congreso de los Diputados, Ricardo Tarno, acusó al resto los grupos parlamentarios de pretender adjudicarse la “cuota de pantalla” y de “share”, en lugar de preocuparse por “las instituciones, el Parlamento, el papel de España en el exterior y los españoles”.