(ampliación) el instructor del ‘caso campeón’ pide juzgar a blanco por tráfico de influencias pero no por prevaricación


El instructor del ‘caso Campeón’, el juez José Ramón Soriano, ha solicitado a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que tramite el suplicatorio pertinente para poder juzgar al exministro de Fomento José Blanco por la presunta comisión de un delito de tráfico de influencias pero ha descartado una acusación por prevaricación.

El magistrado ha tomado esta decisión al estimar parcialmente el recurso presentado por Blanco contra la petición del Ministerio Público, según se señala en un auto hecho público hoy. La Fiscalía había solicitado al instructor del ‘caso Campeón’ el suplicatorio para poder juzgar al exministro de Fomento por la presunta comisión de delitos de tráfico de influencias y prevaricación por las gestiones que habría realizado a favor de un empresario amigo suyo.
El delito de tráfico de influencias conlleva una pena de entre seis meses y dos años de prisión. Soriano ha elevado de esta forma la petición de suplicatorio a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, el órgano que debe encargarse ahora de pedir permiso al Congreso de los Diputados para poder dictar auto de apertura de juicio oral contra Blanco.
GESTIONES CON EL ALCALDE
El instructor del Supremo ve indicios suficientes para sentar a Blanco en el banquillo de los acusados por las gestiones que realizó para que la empresa de transportes Azkar, de su amigo de la infancia José Antonio Orozco, obtuviese las licencias necesarias para poder utilizar un almacén en las cercanías del aeropuerto de El Prat (Barcelona).
El magistrado Soriano señala en el auto hecho público hoy que “es sugerente” que Orozco acudiese a Blanco ante las dificultades para que Azkar obtuviese las licencias pertinentes. Señala en este sentido que la intervención del entonces ministro de Fomento fue “determinante” para “el cambio de actitud del Ayuntamiento”.
En la causa consta que el 15 de diciembre de 2010 Orozco solicitó a Blanco que influyera ante el alcalde de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), Jaume Bosch (PSC), para la obtención de una licencia favorable.
El ministro, a través del que fuera Secretario de Transportes, Isaías Taboas, realizó las gestiones necesarias para Orozco pudiese reunirse el 9 de febrero de 2011 con Bosch, lo que le permitió obtener la licencia a pesar de las pegas de los técnicos del Ayuntamiento. En una conversación intervenida judicialmente, Orozco da cuenta a un amigo de la reunión con Bosch y de las facilidades que le dio para obtener la licencia y señala que “siempre es bueno tener un amigo en el gobierno de tu país”.
“No es preciso que se especifique la capacidad de influir del ministro y alto cargo del Partido Socialista, en una autoridad que pertenece a un partido hermano”, señala el instructor del Supremo.
NI PREVARIACIÓN NI COHECHO
El magistrado Soriano ha decidido retirar de la petición de suplicatorio el delito de prevaricación al entender que este sería imputable al alcalde de Sant Boi y no a Blanco.
La Fiscalía, en su petición, ya dejó fuera el delito de cohecho al no incluir en su acusación los hechos investigados en relación con la presunta implicación de Blanco en la trama de captación y desvió de ayudas y subvenciones públicas dirigida por el empresario Jorge Dorribo y destapadas en el “caso Campeón”. El empresario aseguró en una de sus declaraciones como imputado que antes de entrevistarse con Blanco en una gasolinera de Guitiriz (Lugo) entregó a su primo político un sobre con 200.000 euros en billetes de 500 para que el entonces ministro intermediara para que el Ministerio de Sanidad agilizara la tramitación de varios expedientes que afectaban a su empresa farmacéutica, Laboratorios Nupel.
El instructor, en otro auto dictado hoy, ha decidido rechazar las nuevas diligencias de investigación solicitadas por la Fiscalía en la causa contra Blanco.

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