(ampliación) sortu. El tribunal supremo alerta de que eta no piensa disolverse ni siquiera si alcanza sus objetivos


La Sala del 61 del Tribunal Supremo alerta en la resolución por la que declara ilegal a Sortu y le impide participar en las elecciones que ETA no tiene la intención de disolverse ni siquiera “una vez conseguidos los objetivos políticos” y advierte de que la banda terrorista tampoco tiene voluntad de pedir perdón a las víctimas por sus crímenes.
“Una vez conseguidos los objetivos políticos de ETA, su voluntad no es la de desaparecer, tampoco la de pedir perdón por sus crímenes”, señalan los magistrados de la Sala del 61 del Tribunal Supremo en su auto contra Sortu, hecho público hoy. La resolución ha contado con el voto en contra de siete de los 16 magistrados que componen la sala.
Esta afirmación se basa en el contenido del documento de ETA titulado “Proceso Democrático. Reflexión sobre la alternativa para la solución democrática del conflicto político y para el reconocimiento de Euskal Herria”. Este escrito, fechado en agosto de 2009, fue incautado en abril de 2010 en el despacho de la abogada Arantxa Zulueta, encausada por la Audiencia Nacional por ser uno de los supuestos “enlaces” entre ETA y los presos de la banda.
Los magistrados del Alto Tribunal llegan a esta conclusión en base al contenido de la página 41 del documento. Entre otras fases, destacan afirmaciones de la banda terrorista tan contundentes como “ETA no dará nunca las armas al enemigo, ni las romperá, ni las guardará” o “ETA no pedirá perdón por sus acciones, solo hará un reconocimiento de las víctimas civiles derivadas por su lucha”.
La organización terrorista, en cambio, tiene previsto pedir al Estado “el reconocimiento de las víctimas creadas por él y el uso de las formas violentas (tortura, cárcel, judicial, GAL…) y el reconocimiento o resarcimiento moral y político de la lucha de Euskal Herria vendrá en el Marco Democrático”.
ETA también ha diseñado un sistema para que puedan volver al País Vasco lo que ellos denominan como “refugiados”, en referencia a los etarras que a lo largo de los 40 años de historia de la banda terrorista se han visto obligados a huir y que hoy en día se encuentran en países como Cuba, Venezuela o Cabo Verde.
El acercamiento de estos “refugiados” se haría “de forma gradual”, primero enviándoles al País Vasco francés para, más tarde, poder reintegrarles en Euskadi.
“KALE BORROKA”
La banda tampoco renuncia a utilizar a la “kale borroka” como elemento de presión en el proceso de negociación. El documento señala que la violencia callejera es “un instrumento de gran potencial, expresión del enfado popular” y plantea su “activación para momentos políticos concretos” y para “mantener vivas las ansias y el sentido de la lucha”.
La resolución del Supremo señala que durante el año 2010, especialmente durante le verano, “las acciones de ‘kale borroka’ siguieron existiendo” y ello a pesar de que “la izquierda abertzale, una vez definida su estrategia en la fase política, supuestamente apostaba ya por la no violencia”.

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