Ana Botella fuerza la salida de Mario Gas del teatro Español

  • Mario Gas cesará en las próximas semanas como director del teatro Español, el buque insignia de la cultura en Madrid, según fuentes del propio teatro. Aunque tadavía no sabe nada de su sucesor ni hay fecha concreta, el equipo de la nueva alcaldesa, Ana Botella, se había fijado el cese del director catalán como una de sus prioridades en este área. Tras de sí Mario Gas deja ocho años de intensa labor que han desdoblado al Español con sus Naves del Matadro y le han convertido en uno de los escenarios de referencia a nivel europeo.
Mario Gas
Mario Gas
F. de Luis-Orueta / Y. Álvarez

Mario Gas tiene los días contados al frente del teatro Español. La salida del director catalán se daba por descontada desde la llegada a la Alcaldía de Madrid de Ana Botella y de los cambios de dirigentes de las programaciones escénicas para la ciudad. Desde el teatro sólo confirman su marcha no habrá anuncio oficial hasta que se clarifiquen las fechas de us salida, ya que "no es inminente". Tampoco hay nada decidido  en cuanto al traspaso de poderes.

Mario Gas dirige actualmente la obra musical Follies que estará en cartel hasta abril y que prácticamente tiene todas las entradas vendidas. En la función, el propio Gas se ha reservado el papel de un director que se despide de su viejo teatro. Una triste coincidencia con la realidad.

Gas llegó al cargo en 2004 con la incorporación de Alberto Gallardón a la Alcaldía de Madrid y, muy especialmente, la de Alicia Moreno a la Consejería de las Artes. Hasta ahora la programación del teatro Español ha gozado de una excelente crítica y respuesta del público, aunque también se ha visto envuelta en varias polémicas como la de septiembre de 2006 en la que algunos sectores políticos y periodísticos arremetieron contra Gas por la programación de Lorca eran todos de Pepe Rubianes, sobre el poeta Federico García Lorca. La obra fue finalmente retirada por el propio Rubianes y Gas pensó en dimitir en ese momento.

En otras ocasiones el sector privado también ha arremetido contra Gas por no limitarse a programar obras de repertorio español y montar espectáculos más ambiciosos como los musicales Sweeney Todd o el actual Follies. En los últimos meses, se había preparado en terreno para su marcha con duras críticas a Alicia Moreno, ue renovó su contrato pocos antes de su marcha de la Consejería.

Pero el balance de su gestión artísitca es brillante. Bajo su batuta, el Español se ha reformado para convertir el viejo establecimiento en un teatro moderno con una segunda sala para obras de menor formato; además, el teatro ha crecido en el Matadero, donde ha ocupado varias naves creando en ellas otros dos espacios escénicos para obras de perfil más contemporáneo y escénicamente más versátiles y arriesgadas.

Gas ha dirigido a lo largo de estos años varios montajes de inmenso éxito. Ha traído a España la magna Homebody/Kabul, de Tony Kushner; ha recuperado Luces de Bohemia, una opereta hasta el momento olvidada con libreto de Valle Inclán; ha reestrenado Sweeney Todd, la obra maestra de Stephen Sondheim, el Shakespeare del musical, a quien también debemos el actualmente en cartel Follies; e incluso luchó contra los corsés de los herederos de Kurt Weil para inaugurar las Naves del Mataderro con Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny. En colaboración con el Festival de Mérida montó unas Troyanas y por iniciativa de un productor privado dirigió una nueva versión de Un tranvía llamado deseo.

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