Andalucía. Cayo lara reconoce el resultado “malo” de iu pero descarta dimisiones


El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, reconoció este lunes el resultado “malo” de la coalición en las elecciones autonómicas en Andalucía, pero descartó dimisiones y apostó por seguir trabajando como hasta ahora, defendiendo los mismos principios, “sin flagelarnos” y a ser posible con la máxima unidad interna.
En rueda de prensa, agredeció el apoyo de las 275.000 personas que han confiado en Izquierda Unida y felicitó a la militancia “que se ha dejado la piel” y a los candidatos, especialmente a Antonio Maíllo. Los resultados han sido “malos sin más” pero la solución no es “quedarnos lamiéndonos las heridas” sino seguir trabajando.
Subrayó que el PP “ha pagado” en Andalucía los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy, con una pérdida de medio millón de votos y catorce puntos, y acusó a la presidenta, Susana Díaz, de generar con el adelanto electoral más inestabilidad de la que, según decía, justificaba su decisión.
Rompió el acuerdo con IU por no querer aplicar determinadas medidas de izquierdas, denunció, y ahora la pregunta es “a dónde mirará” para ser investida y seguir gobernando, si a su izquierda o a su derecha. “Pensamos que a la derecha”, dijo Lara, por la misma lógica que aplicó al romper el pacto con la coalición.
A pesar del desgaste que haya podido tener para Izquierda Unida ese acuerdo, Lara lo defendió porque la otra opción era dejar a Susana Díaz gobernar en solitario y hacer oposición con el PP, y eso ya supuso para la coalición un “desierto” de más de diez años por identificarse con una “palabra maldita” que no quiso pronunciar, la “pinza”.
Con el escenario resultante de las elecciones, será la federación andaluza la que decida, de acuerdo con sus bases, la posición que adopta la coalición ante la investidura de Susana Díaz.
Pese a reconocer el mal resultado, Lara destacó que Izquierda Unida ha perdido cuatro puntos respecto a las auutonómicas anteriores, porcentaje similar al que pierde el PSOE, que sin embargo mantiene los 47 años por el efecto de la ley electoral. Prueba de ello, argumentó, es que cada escaño ha costado a IU 54.000 votos, frente a los 32.000 del PSOE, los 38.000 de Podemos o los 40.000 de Ciudadanos. Podemos entra con fuerza, reconoció, beneficiado por no tener “pasado”, pero ahora en el Parlamento “toca mojarse”.
Cayo Lara aseguró que el cambio necesario para recuperar fortaleza es “trabajar más” en los problemas cotidianos de la gente, guiados por una evidencia: en la comunidad autónoma más pobre de España, el bipartidismo “se ha pegado un palo, pero no se ha hundido”.

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