Ansar Al Din y el MNLA aceptan proceso de diálogo para zanjar crisis en Mali

  • Los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) y los radicales islámicos de Ansar Al Din aceptaron comenzar un proceso de diálogo político para intentar acabar con la crisis en el norte de Mali.

Uagadugu, 16 nov.- Los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) y los radicales islámicos de Ansar Al Din aceptaron comenzar un proceso de diálogo político para intentar acabar con la crisis en el norte de Mali.

"Las delegaciones del MNLA y de Ansar Al Din han expresado su disponibilidad para comenzar un proceso de diálogo político bajo los auspicios de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO)", informó hoy el ministro de Asuntos Exteriores de Burkina Faso, Djibrill Bassole.

Tras una reunión de los grupos rebeldes con el presidente voltense y mediador de la CEDEAO en la crisis, Blaise Compaoré, Bassole precisó que el objetivo de las conversaciones es "encontrar una solución negociada, justa y sostenible a la crisis en el norte maliense".

"Han aceptado continuar las conversaciones en un marco formal y se ha organizado para presentar un programa de demandas que incluyan las de los pueblos del norte de Mali", agregó Bassole.

Por su parte, el líder del MNLA, Bilal Ag Cherif, aseguró que ha llegado la hora de encontrar una salida pacífica al conflicto.

"No tenemos más opción que sentarnos y hablar seriamente para encontrar una solución al conflicto entre Azawad y Mali, que dura ya más de 50 años", indicó el líder rebelde a los periodistas.

Por su parte, el Bassole advirtió de que "el diálogo no sustituirá a la intervención militar, ni la intervención militar al diálogo".

"Tenemos que combinar un proceso diplomático y político con uno militar para liberar a la zona de los grupos terroristas que representan una amenaza para el proceso de paz y para toda la región", aseveró Bassole.

Mientras tanto, en la zona oriental maliense de Menaka se libraron hoy combates entre el MNLA y Monoteísmo y Yihad en África Occidental (MYAO), uno de los grupos fundamentalistas islámicos que controlan el norte del país africano.

Mali se encuentra sumido en una profunda crisis desde el pasado 22 de marzo, cuando un golpe de Estado militar derrocó al presidente elegido democráticamente, Amadu Tumani Turé.

Con esa acción, los militares protestaban por la escasa atención que prestaba el Gobierno de Mali a la rebelión de los tuareg en el norte del país, pero el golpe de Estado no hizo más que empeorar la situación en esa zona.

Aprovechando el vacío de poder en Bamako tras el derrocamiento de Turé, el MNLA proclamó el pasado abril unilateralmente la independencia de la región septentrional de Mali, con el nombre de "república de Azawad", que abarca una superficie de 850.000 kilómetros cuadrados.

Sin embargo, diversos grupos yihadistas como Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), MYAO o Ansar Al Din se han hecho fuertes en la región, cuyo control han arrebatado a los tuareg y en la que han establecido una versión rigorista de la ley islámica.

Según las últimas cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el conflicto del norte de Mali ha causado el desplazamiento de más de 200.000 personas, de las cuales al menos 46.000 se han trasladado a Bamako.

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