Ante el patriotismo

    • Los españoles están hartos de nacionalistas y dirigentes de partido porque no encuentran patriotas. Los patriotas son incluyentes, aceptan la diferencia y son capaces de sacrificarse por el conjunto.

Hay una diferencia entre el patriota y el nacionalismo. El primero quiere a su patria sin exclusiones. El nacionalista desea que su país se mire solo a sí mismo y tiene como principio la exclusión de lo que no piensan como él. Además está el dirigente político de partido obsesionado por el mantenimiento de su aparato.

Los españoles están hartos de nacionalistas y dirigentes de partido porque no encuentran patriotas. Los patriotas son incluyentes, aceptan la diferencia y son capaces de sacrificarse por el conjunto, aunque los otros no piensen como ellos. Se debe ser patriota antes que nada. Es el patriotismo el que permite salir de las crisis por elevación, con prevalencia de los intereses generales.

¿Dónde están los patriotas? ¿Dónde los que piensan más en los intereses generales que en los de su propio partido, cuando no en los personales?

España está en la Unión Europea, formar parte de ella ha dado nuevo sentido a nuestro devenir histórico. Cuando España se alejó de ella se sumió en el aislamiento y el declive, político, social y económico. La Unión Europea es un conjunto de derechos, pero también de deberes, deber de tener unas finanzas públicas razonables, deber de respetar los Derechos Humanos, deber de profundizar en las Reformas que ayuden a uno y otro objetivo.

La actual situación en la que se está negociando ¿Da la impresión de que los protagonistas están dispuestos a renunciar a sus aspiraciones, en todo caso legítimas, en aras del bien común? ¿Da la impresión de que las soluciones propuestas siguen las indicaciones que la UE propone? ¿Da la impresión de que estamos ante patriotas o ante nacionalistas-populistas?

A Pedro Sánchez, por renuncia de Rajoy, le ha correspondido la responsabilidad de presentar una alternativa de investidura. Desde luego algo ha ganado y después de la marea televisiva que supondrá la investidura, aunque sea fallida, seguro que se ha afianzado como Secretario General del PSOE, es una investidura en clave interna del partido. La pregunta con respuesta pagada que va a proponer a la militancia le permitirá acallar a los barones en su Comité Ejecutivo. Será el candidato sí o sí, aunque pierda la investidura. En clave interna ha ganado:
felicidades. Pero ¿ganan los españoles?

Mariano Rajoy sigue convencido que su papel debe ser el impedir lainvestidura, precipitando una nueva elección. Algo que también es legítimo, pero que no da la impresión de que sea una postura con grandeza. Es verdad que es el que más votos ha obtenido, pero insuficientes para formar Gobierno, incluso aunque pacte con Ciudadanos.

Pablo Iglesias ha pasado de vituperar la vieja política a adoptar sus vicios de pedir su cuota de pastel en el reparto de cargos.

¿Son los patriotas que necesitamos? Las tres principales fuerzas nacionales tienen que enfrentarse a su responsabilidad patriótica. Si no lo hacen los españoles tomarán nota y en unas elecciones adelantadas pueden explicarles con los votos que quieren patriotas y no dirigentes de partido, el hartazgo está adquiriendo niveles desproporcionados y ellos no parecen enterarse. No hay más sordo que el que no quiere oír, no hay más ciego que el que no quiere ver.

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