Anulan juicio por homicidio porque el tribunal debatió su fallo con el fiscal

Madrid, 30 jul.- El Tribunal Supremo ha ordenado a la Audiencia Provincial de Barcelona repetir un juicio por homicidio en grado de tentativa porque antes de dictar sentencia el tribunal debatió en la sala de vistas con el fiscal las pruebas presentadas, lo que no respeta el principio de igualdad entre las partes.

El desequilibrio entre acusación y defensa se produjo en este proceso cuando "alguno de los componentes del tribunal" que estaba juzgando la causa "exteriorizó, en presencia y con participación del fiscal", cuál era su convicción sobre el asunto y las pruebas presentadas, y todo ello respecto a procedimiento que estaba todavía pendiente de la deliberación y sentencia.

El abogado defensor recurrió porque consideraba que el tribunal de instancia había tomado la decisión de condenar antes de que finalizase el juicio oral, ya que fue en la segunda de las tres sesiones de la vista (celebradas el 12 y 13 de junio de 2012 y el 5 de julio del mismo año) cuando, según la grabación de la sesión, se produjo el diálogo con el fiscal.

Según dicha grabación, una vez finalizada aquella segunda jornada del juicio se produjo un diálogo entre el fiscal y miembros del tribunal (y sin presencia de la defensa) en el cual "se intercambiaron comentarios sobre el contenido de lo hasta entonces celebrado e, igualmente, sobre las pruebas aún pendientes".

Para el recurrente ante el Supremo, este suceso cuestiona el derecho de su cliente a un proceso con todas las garantías y pide por tanto la nulidad del juicio, lo que el alto tribunal acuerda porque considera que los miembros del tribunal debieron guardar su "íntima convicción" hasta el momento de deliberar entre ellos sobre el sentido de la sentencia.

Así, el Supremo ordena a la Audiencia Provincial de Barcelona que celebre un nuevo juicio ante magistrados distintos a los que intervinieron en el primero.

El caso juzgado afectaba al apuñalamiento de un joven, a manos de otro, después de una pelea multitudinaria y en las cercanías de una discoteca de Mataró, en la madrugada del 23 de mayo de 2010.

Como consecuencia de los hechos probados, el tribunal había condenado al autor como culpable de un delito de homicidio en grado de tentativa, a una pena de cinco años y seis meses de prisión, aunque ahora deberá repetirse el juicio.

Los hechos sucedieron junto a la discoteca "Activa", de Mataró, el mismo lugar en donde en 2008 quedó en coma un taxista debido a los golpes recibidos a manos de un hombre que, tiempo después, cuando ya había muerto la víctima, fue condenado por la Audiencia de Barcelona a once años y tres meses de prisión.