Arias confía en diálogo nacional para reformas en Paraguay tras los comicios

  • El jefe de la misión de observación electoral de la OEA en Paraguay, Óscar Arias, confió hoy en que los partidos podrán dialogar después de las elecciones de abril y acordar grandes reformas, entre las que mencionó la supresión de la figura del juicio político que llevó a la destitución de Fernando Lugo.

Julia R. Arévalo

Asunción, 27 feb.- El jefe de la misión de observación electoral de la OEA en Paraguay, Óscar Arias, confió hoy en que los partidos podrán dialogar después de las elecciones de abril y acordar grandes reformas, entre las que mencionó la supresión de la figura del juicio político que llevó a la destitución de Fernando Lugo.

En entrevista exclusiva con Efe al término de su segunda visita a Asunción, el representante de la OEA consideró que las autoridades electorales están "mejor preparadas" que en 2008 para garantizar unas elecciones justas cuyo resultado nadie cuestione, "ni internamente ni internacionalmente".

"En términos generales, los líderes políticos están satisfechos con el curso que lleva el proceso", observó el expresidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, que en esta visita se ha entrevistado con todos los candidatos a la Presidencia, así como con las autoridades del país.

"Van a estar muchos ojos observando", destacó, en alusión a los observadores que desplegarán tanto la Organización de Estados Americanos como la Unión Europea, la Unasur y el Centro Carter.

Para Arias, la clave del futuro de Paraguay pasa por la capacidad de sus líderes de aprovechar el tiempo entre las elecciones del 21 de abril y el traspaso de poder el 15 de agosto para sentarse alrededor de una mesa y negociar una "agenda nacional", diálogo para el que se propone como "mediador".

"Si nosotros los centroamericanos fuimos capaces de silenciar las armas, cómo es posible que no pueda un pueblo como el paraguayo (...) sentarse a ponerse de acuerdo sobre temas importantes de una agenda nacional, que la elabore el mismo pueblo paraguayo", se preguntó.

Según dijo, "la inmensa mayoría" de los candidatos con los que ha conversado se han mostrado dispuestos, por lo que confió en que podrán llegar a un compromiso para que el futuro Gobierno emprenda reformas desde el principio, "cuando no hay ningún desgaste político".

Aunque insistió en que la agenda la deben elaborar los propios líderes paraguayos, observó que Paraguay es un país "donde los ricos no pagan impuestos", donde la tierra y la riqueza se concentran en pocas manos, sin infraestructuras, con altas tasas de pobreza y desigualdad y dos millones de personas que han tenido que irse al exterior "por falta de empleo" en su patria.

"Es un país que requiere reformas constitucionales, muchas reformas a leyes que no son las mejores", agregó, para mencionar entre ellas el artículo de la Carta Magna que permite destituir a un presidente en un juicio político del Legislativo.

"Los latinoamericanos no tenemos la madurez cívica, la cultura política para tomar estos instrumentos en serio y los aprovechamos con mucha frecuencia", lamentó.

Cuando "los requisitos para hacer un juicio político son como los que tiene Paraguay, es muy fácil utilizar esto para sacar a un presidente que sencillamente está haciendo las cosas diferente a como el resto lo quiere (...) Esa norma, por ejemplo, yo recomendaría que la eliminaran", explicó.

Mencionó también la falta de recursos del Estado en Paraguay, país que "compite con Guatemala en tener una de las tasas tributarias más bajas del mundo, de tal manera que será imposible hacer las cosas que tiene que hacer Paraguay para mejorar las condiciones de vida de su población".

"Este es uno de los Estados más débiles del mundo", con una carga tributaria en torno al 10-11 %, un impuesto a la renta personal recién implantado y donde "las grandes corporaciones no pagan impuestos", lo que es "inadmisible en el mundo de hoy".

"Sí hay dinero para tener un Ejército, aunque no lo necesiten, pero no hay dinero para necesidades demasiado básicas", dijo.

Arias también demandó "voluntad para esclarecer exactamente" lo que sucedió en Curuguaty, la matanza entre policías y campesinos que causó la destitución de Lugo, a la que siguió la suspensión de Paraguay del Mercosur y la Unasur.

El exmandatario consideró que no fue "justo" castigar al pueblo con esas sanciones, sujetas al desarrollo de los comicios de abril, y juzgó que tras estos Paraguay debe ser readmitido de inmediato en los bloques regionales.

También dijo haber recomendado al Gobierno que ahora encabeza Federico Franco que no compense "un error con otro error" en su trato a la misión de observación de la Unasur.

"Sería una equivocación discriminar con Unasur y no darle la inmunidad que vamos a tener nosotros", declaró.

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