Así están las cuentas para que Pedro Sánchez sea elegido presidente

    • Un pacto entre PSOE, Podemos, IU, Compromís y PNV le aportaría 167 escaños.
    • El PP y Ciudadanos votarían en contra, y el resto de partidos se abstendría.
Distribución de escaños en el Congreso de los diputados
Distribución de escaños en el Congreso de los diputados

El líder de Ciudadanos., Albert Rivera, volvió a insinuar hoy que es muy probable un pacto entre PSOE, Podemos, Compromís, IU y PNV, lo que le permitiría a Pedro Sánchez ser el próximo presidente delGobierno español.

Los 90 escaños del PSOE, los 42 de Podemos y sus "satélites" (En Comú Podem, con 12 escaños, Compromís, 9 y En Marea, 6), IU (2) y PNV, también con 6, sumarían 167. Para formar Gobierno es imprescindible alcanzar la mayoría absoluta, fijada en 176 escaños, (resultado que se necesita en la primera votación en la Cámara baja para ser investido presidente). Ya está prácticamente descartado que ningún partido lo consiga.

Por este motivo, en esa primera votación, al líder del PSOE no le alcanzaría para alcanzar la mayoría absoluta. Para ello, sería necesaria una segunda votación,que se realizará 48 horas después de la primera, y exige mayoría simple. Es decir, conseguir más votos a favor que en contra. Esta opción, a la vista de las últimas "negociaciones" entre los partidos, sería la más probable. Pero aquí es donde se están definiendo las cuestiones estratégicas por estas horas.Mayoría simple

Con la mayoría simple, los eventuales 167 escaños que sumaría Pedro Sánchez serían suficientes para llegar al Palacio de la Moncloa. Como es previsible, Ciudadanos y el PP votarían en contra de este acuerdo, y el resto de formaciones políticas se abstendría.

En el juego de hipótesis, tomaría fuerza este eventual escenario. La gran mayoría de partidos se abstendría, mientras que el PP y Ciudadanos votarían en contra.Partiendo de que la mayoría de otros partidos "emergentes" no tienen visos de apoyar gobiernos del PP o PSOE, y que algunos otros no han dejado claro cuáles serían sus preferencias a la hora de formar gobierno y elegir presidente, la votación se está tornando más que complicada.

Si tampoco se lograra la mayoría simple, en ese caso, el proceso debe comenzar de nuevo. El Rey volvería a consultar a los partidos con representación, propondría otro candidato y se celebraría otra sesión de investidura. El procedimiento podría repetirse tantas veces como fuera necesario, con un límite: dos meses desde la celebración de la primera votación de investidura. Transcurrido ese tiempo, si ningún candidato obtuviera los apoyos suficientes, se disolverían las Cortes y se convocarían nuevas elecciones.

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