Atencia se queda sin palabras al recibir el premio Reina Sofía de Poesía

  • "Yo no tengo palabras para expresar la alegría tan grande que me ha dado este premio que lleva el nombre de vuestra majestad", ha confesado la poeta María Victoria Atencia a la Reina Sofía tras recibir de sus manos el XXXIII Premio de Poesía Iberoamericana y recurrir a la lectura de un manojo de sus poemas.

Madrid, 28 nov.- "Yo no tengo palabras para expresar la alegría tan grande que me ha dado este premio que lleva el nombre de vuestra majestad", ha confesado la poeta María Victoria Atencia a la Reina Sofía tras recibir de sus manos el XXXIII Premio de Poesía Iberoamericana y recurrir a la lectura de un manojo de sus poemas.

Lo ha dicho en el Salón de Columnas del Palacio Real, al que le han acompañado dos de sus cuatro hijos, en un ambiente de velada literaria, y en el mismo día de su cumpleaños, una circunstancia que ha visto como algo más que una coincidencia.

"Es también un cumplimiento: el de toda una vida dedicada a la poesía", ha revelado en un breve discurso de agradecimiento que ha culminado con la lectura de varios poemas dedicados a las artes, entre ellas la música, la predilecta -ha recordado- de doña Sofía.

Han sido muy pocas sus palabras -"Los poetas a veces nos quedamos sin palabras dentro de nuestra propia obra. ¡Cuánto más nos quedaremos mudos fuera de la poesía!, ha dicho- pero bien reveladoras de su personalidad, su vocación y su quehacer literario.

"Cuanto más alto es el honor que recibimos, más debe difuminarse nuestro yo", ha señalado con su suave acento malagueño después de reconocer que incluso se había propuesto "borrar" su nombre de su alocución de agradecimiento.

Si no lo ha hecho, ha explicado, es por dos circunstancias.

La primera, porque la antología "El fruto de mi voz", que edita la Universidad de Salamanca, publicación que lleva aparejada la concesión del galardón, terminó de imprimirse el día de la Virgen de la Victoria, patrona de su Málaga natal.

La segunda, que el Azar, para ella con mayúsculas, ha dispuesto que la entrega del premio por parte de la Reina Sofía se celebre en el día de su cumpleaños, ya que Atencia nació un 28 de noviembre de 1931.

La autora de "Tierra mojada" ha recordado a sus maestros literarios Jorge Guillén, Bernabé Fernández Canivell y Alfonso Canales y a otros poetas que también fueron galardonados con el prestigioso premio que desde hace 23 años concede anualmente Patrimonio Nacional, José Antonio Muñoz Rojas, Pablo García Baena, Antonio Gamoneda, Claudio Rodríguez, Ángel González, José Angel Valente, José Manuel Caballero Bonald y Francisco Brines.

No ha olvidado mencionar a la poeta cubana Fina García Marruz, la primera mujer que mereció este galardón, a la que después siguieron Sophia de Mello y Blanca Varela.

También ha tomado la palabra el presidente de Patrimonio Nacional, José Rodríguez-Spiteri, para destacar la "especialísima sensibilidad" de María Victoria Atencia.

Un don que, ha explicado, "le ha permitido ofrecernos el regalo de visión del mundo con la intensidad que requiere la lírica", gracias a "un expresar desde lo más profundo de su ser todo lo que forma parte de su entorno, elevando lo particular a la categoría de general y universal".

El rector de la Universidad de Salamanca, Daniel Hernández Ruipérez, ha hecho una reflexión sobre el sentido del trabajo poético de la premiada, con sus aparentes "temas leves" y sentimientos cotidianos, que en ella "constituyen un enlace entre la parte y el todo o entre lo pequeño y lo grande".

Hernández, ha considerado que "su finura y su acierto al borrar, incluso de la memoria, le procurarán en lo venidero un lugar en la de todos".

Ha sido la propia galardonada la encargada de concluir la ceremonia, y lo ha hecho leyendo varios poemas suyos; el último, dedicado a la música, termina: "bajo el ardiente arco del verano y su caliente insinuación:/ bienvenida al silencio".

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