Santiago de Compostela, 30 nov.- La casa natal de Manuel Fraga en Vilalba (Lugo) y la colocación de un artefacto explosivo en un cajero automático en Vigo, que precisó de una voladura controlada, son dos de las últimas acciones atribuidas por las Fuerzas de Seguridad a grupos independentistas en Galicia.
Dos personas, supuestamente vinculadas a movimientos independentistas, han sido detenidas esta mañana en Vigo, cuando viajaban en un coche que contenía artefactos explosivos caseros.
La última de las acciones de mayor envergadura atribuidas a este movimiento tuvo lugar el pasado 10 de octubre, en el barrio vigués de Bouzas, donde se produjo una explosión controlada de un artefacto localizado por un usuario en el interior de un cajero de Novacaixagalicia situado en la calle Pescadores.
La explosión obligó al desalojo de vecinos en varios inmuebles colindantes y a acordonar la calle, en plena Alameda de Bouzas.
El artefacto estaba situado en el interior de una bolsa de plástico en el interior de un cajero y fue descubierto por unos jóvenes sobre las 03:00 horas de la madrugada.
Los expertos en explosivos lograron sacar la bolsa del interior del cajero y, provistos de un robot, consiguieron extraer una especie de termo de su interior, que explotaron de forma controlada en un segundo intento, sobre las cinco de la madrugada.
En aquella ocasión, fuentes oficiales apuntaron a que probablemente miembros del grupo independentista Resistencia Galega podrían estar detrás de la colocación del artefacto.
Con anterioridad, el 26 de septiembre, la casa natal de Manuel Fraga, en Vilalba (Lugo), sufrió un ataque con un artefacto explosivo que no causaba heridos pero sí destrozos materiales y cuya autoría el entonces delegado del Gobierno en Galicia, Miguel Cortizo, atribuyó al grupo Resistencia Galega.
El artefacto, consistente en una garrafa con un temporizador, explotó en la puerta de acceso al edificio, que quedó destrozada, y también causó desperfectos en los cristales de lo edificios aledaños.
Además, en los últimos meses se han producido en Galicia varios ataques similares a sedes de partidos políticos y sindicatos, e incluso en domicilios de colaboradores de medios de comunicación, que la investigación ha atribuido hasta el momento al grupo Resistencia Galega.
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