Bakú resalta importancia del diálogo con Armenia pese a la falta de avances

  • La cumbre que celebrarán mañana lunes en el balneario ruso de Sochi los presidentes de Rusia, Azerbaiyán y Armenia influirá positivamente en las negociaciones para el arreglo del conflicto de Nagorno Karabaj, declaró hoy el diputado azerbaiyano Mubaruz Gurbanly.

Bakú, 22 ene.- La cumbre que celebrarán mañana lunes en el balneario ruso de Sochi los presidentes de Rusia, Azerbaiyán y Armenia influirá positivamente en las negociaciones para el arreglo del conflicto de Nagorno Karabaj, declaró hoy el diputado azerbaiyano Mubaruz Gurbanly.

"Incluso si las negociaciones y reuniones no dan los resultados que de ellas se esperan, cada encuentro influye en el proceso de negociaciones y en la aproximación de las posiciones de las partes", dijo a Efe el legislador y número dos del partido oficialista Nuestro Azerbaiyán.

En este sentido, Gurbanly subrayó la importancia de la reunión de los presidentes ruso, Dmitri Medvédev, azerbaiyano, Ilham Alíev, y armenio Serge Sargsián, para el proceso negociador.

Desde 2008, con la mediación de Medvédev, se ha celebrado una decena de reuniones de los jefes de Estado azerbaiyano y armenio, en las que no se han conseguido más avances que acuerdos de intercambio de prisioneros y de entrega de cadáveres.

El número dos de la formación oficialista azerbaiyana destacó que muchas fuerzas políticas en Armenia se inclinan por la devolución a Azerbaiyán de los territorios ocupados en torno a Nagorno Karabaj, que es una de las condiciones de Bakú para avanzar en las negociaciones.

Sin embargo, la prensa azerbaiyana coincide en mostrarse escéptica sobre la reunión en Sochi, ya que Medvédev abandona en mayo la jefatura del Kremlin y, según los medios locales, la cita en el balneario del mar Negro será un encuentro formal en el que Alíev y Sargsián le agradecerán sus esfuerzos mediadores.

Las diferencias entre ambas partes son muy grandes, ya que Azerbaiyán exige la retirada incondicional de las tropas de Armenia, que serían sustituidas por fuerzas de pacificación como condición para conceder una amplia autonomía al enclave armenio de Nagorno Karabaj.

Armenia, por su parte, defiende el derecho a la autodeterminación del territorio, aunque vincula su estatus definitivo a la celebración de un referéndum.

La disputa armenio-azerbaiyana se remonta a los tiempos de la Unión Soviética, cuando el Karabaj pidió su incorporación a Armenia, tras lo cual estalló una cruenta guerra entre armenios y azerbaiyanos, que se prolongó de 1991 a 1994 y se cobró, según distintas fuentes, unos 25.000 muertos.

El conflicto armado, la primera guerra entre dos antiguas repúblicas soviéticas, concluyó con la expulsión de los azerbaiyanos de Nagorno Karabaj, y la ocupación de una vasta zona de Azerbaiyán, que permitió unir el enclave a Armenia.

La ONU condenó en 1993 en cuatro resoluciones diferentes la ocupación del enclave por las tropas armenias y demandó su retirada inmediata.

Aunque se muestra partidario de una solución negociada, Azerbaiyán ha declarado en numerosas oportunidades que si no hay avances en el arreglo al conflicto se verá obligado a recurrir a la fuerza militar para liberar los territorios ocupados.

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