Ban expresa su preocupación por Kirguizistán en conversaciones con Otunbáyeva y Lavrov

  • Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó hoy su "seria preocupación" por la situación de Kirguizistán en sendas conversaciones telefónicas con la presidenta interina de ese país, Rosa Otunbáyeva, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.

El Gobierno kirguís dice que la violencia amaina, pero pide a Rusia fuerzas de paz
El Gobierno kirguís dice que la violencia amaina, pero pide a Rusia fuerzas de paz

Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó hoy su "seria preocupación" por la situación de Kirguizistán en sendas conversaciones telefónicas con la presidenta interina de ese país, Rosa Otunbáyeva, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.

La ONU informó hoy de que en las últimas horas Ban conversó por teléfono con Biskek y Moscú para tratar sobre la situación de crisis que atraviesa el país por los enfrentamientos interétnicos entre kirguís y uzbekos, en los que al menos han muerto 170 personas desde el pasado 11 de junio, según datos oficiales.

A Otunbáyeva, "el secretario general le ha comunicado que la ONU sigue coordinando muy de cerca y con otras organizaciones la respuesta a la crisis humanitaria en el sur de Kirguizistán", señaló la oficina de prensa de Naciones Unidas.

Ban, según sus portavoces, "se toma la situación muy en serio y está siguiendo muy de cerca los acontecimientos".

La ONU señaló también que en su llamada a Lavrov, el secretario general de la ONU "le dijo que estaba profundamente preocupado por la violencia, especialmente por su carácter interétnico".

Ban le dijo al jefe de la diplomacia rusa que aprecia los esfuerzos de Moscú para tratar la "alarmante situación humanitaria" que vive la ex república soviética de Asia Central.

A ambos interlocutores les ha señalado que su representante especial, Miroslav Jenca, continuará coordinando con las autoridades de Biskek los esfuerzos humanitarios y que "las agencias de la ONU trabajan también con Uzbekistán para responder al flujo de refugiados" que la vecina república está recibiendo.

El pasado viernes, Ban ya expresó su preocupación por los disturbios en Kirguizistán, al tiempo que subrayó la necesidad de que se respete la ley y de que se resuelvan las diferencias por la vía pacífica.

Ban instó a restaurar la calma y a que las partes muestren "contención para evitar nuevas pérdidas de vidas".

Al menos 170 personas han muerto y cientos han resultado heridas en los disturbios interétnicos registrados desde el pasado 11 de junio en la provincia de Osh, en el sur de Kirguizistán, y en donde reside una importante minoría uzbeka.

Los desórdenes comenzaron en el centro de Osh tras una pelea masiva entre jóvenes kirguises y uzbekos, que degeneró en actos de vandalismo.

El secretario general de la ONU reiteró entonces "la necesidad de que se respete la ley y se resuelvan las diferencias mediante el diálogo pacífico".

Asimismo, urgió al Gobierno provisional a que "preste atención a las relaciones interétnicas en el país y tome medidas para asegurar la coexistencia pacífica de todos los ciudadanos en Kirguizistán".

En los cinco días que dura el conflicto entre kirguís y uzbekos se ha producido el desplazamiento forzado de unas 200.000 personas dentro de Kirguizistán y la huida de otras 75.000 a la vecina Uzbekistán, según datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Por su parte, la Alta Comisaría de la ONU para los Derechos Humanos (ACDH), con sede en Ginebra, expresó que cuenta con indicios de que la violencia que reina en el sur de Kirguizistán "no es el resultado de choques étnicos espontáneos", sino que ha sido "bien planificada y dirigida".

En Biskek, la presidenta interina del Kirguizistán declaró hoy que de momento no ve necesidad de enviar fuerzas de paz al sur del país, donde consideró que "el conflicto está amainando", según la agencia rusa Intefax.

Otunbáyeva informó el pasado sábado de que había solicitado a Rusia el envío urgente de fuerzas de paz para controlar la situación en el sur de Kirguizistán, pero el Kremlin respondió ese mismo día que consideraba ese conflicto como un "asunto interno" de ese país centroasiático.

Moscú se mostró abierto a que la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), que además de Rusia integran Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán, estudiase la solicitud de las autoridades kirguises.

Otunbáyeva también admitió que el número real de muertos puede ser mucho más elevado que el de los partes oficiales del ministerio de Sanidad, y según representantes de la minoría uzbeka en Kirguizistán, la cifra podría alcanzar los 700 sólo en los enfrentamientos en Jalal-Abad.

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