Bruselas, 1 jun.- El primer ministro belga, Elio Di Rupo, y otros políticos consideraron hoy necesario reforzar los mecanismos de seguimiento y de control de los movimientos radicales violentos en Europa y pidieron una mayor colaboración entre los Estados cuando ciudadanos comunitarios que lucharon en Siria regresan a sus países.
Di Rupo, quien conversó hoy con el presidente francés, François Hollande, a raíz de la detención en Francia de un sospechoso del ataque del pasado 24 de mayo contra el Museo Judío de Bruselas y que había luchado en Siria, según las autoridades franceses, abogó por "evitar tragedias así" en el futuro.
En el ataque murieron tres personas, una pareja judía de visita en Bruselas y una mujer francesa, en tanto que un joven belga se encuentra en coma.
Di Rupo instó a "reforzar los dispositivos de seguimiento, de control y de penalización de los movimientos radicales violentos, en Bélgica pero también en el conjunto del territorio europeo", indicó su portavoz en un comunicado.
El primer ministro de Bélgica propone así una "intensificación de la colaboración entre los diferentes Estados miembros con respecto a las personas que luchan en Siria y regresan después a sus países".
La ministra belga de Justicia, Annemie Turtelboom, anunció por su parte que esta problemática será abordada el jueves en el Consejo de ministros de Interior y Justicia de la Unión Europea.
También el fiscal federal de Bélgica, Frédéric Van Leeuw, dijo hoy en rueda de prensa que lo ocurrido plantea "de nuevo el problema de los que regresan" de Siria.
"Todos los países europeos afrontan ahora mismo este problema", señaló.
El alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, se quejó de la falta de información a nivel de los municipios sobre los jóvenes que regresan de Siria y vuelven a vivir en sus barrios.
Los alcaldes "no saben gran cosa" y en sus respectivas zonas los jefes de la Policía local tampoco saben mucho más, lamentó.
Las autoridades federales de Bélgica aseguran que hay seguimiento en los casos en que existe una causa judicial, lo que quiere decir, que en los demás no hay ninguna vigilancia de sus actividades a su regreso, denunció Mayeur en declaraciones a la agencia Belga,
Como mínimo debería haber un acompañamiento psicológico y social para estas personas, indicó.
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