Benjumea reclama a HSBC y el Santander 1.000 millones por la quiebra de Abengoa

  • Les acusa de condicionar 'in extremis' su salida de la multinacional sevillana a la ampliación acordada por 650 millones de euros.  
Felipe Benjumea, durante su declaración en el juicio del caso Abengoa
Felipe Benjumea, durante su declaración en el juicio del caso Abengoa

La sociedad familiar de Felipe Benjumea Inversión Corporativa (IC) y Finarpisa y Arbachon, otra sociedad accionista de Abengoa, han iniciado acciones legales contra el Banco Santander y HSBC en las que les reclaman un total de 1.000 millones de euros por su responsabilidad en la quiebra de la multinacional sevillana, después de que no se hiciera efectiva la ampliación de capital de 650 millones de euros que el grupo tenía acordada con ambas entidades bancarias. 

Benjumea, que fue absuelto en el juicio que acogió la Audiencia Nacional por el cobro de indemnizaciones millonarias a su salida de la compañía, ha interpuesto a través de estas dos sociedades sendas querellas en dos juzgados de lo Civil de Madrid porque, según han explicado fuentes de la investigación, son las responsables de que no se firmara la ampliación prevista para el 14 de septiembre de 2015 y que provocó el colapso de la multinacional.

De acuerdo con las mismas fuentes, los escritos recogen los hechos probados recogidos en la resolución de la Audiencia Nacional en relación al cese del entonces presidente de Abengoa y que obedeció a "razones objetivas y externas a él". Estas razones, según explicó el propio Benjumea en sede judicial, se refieren a la condición que interpuso la entidad que preside Ana Botín para suscribir la ampliación y que pasaba por forzar su salida de la multinacional.

De acuerdo con el peritaje realizado por las firmas Brattle y Accuracy, el daño patrimonial de que finalmente no se no se firmara la carta de compromiso de aseguramiento asciende a más de 1.000 millones de euros puesto que la retirada de las dos entidades de la operación provocó, en primer lugar, "una oleada de especulación e incertidumbre" y en segundo, el colapso de liquidez que acabó abocando a la compañía al preconcurso de acreedores.

En concreto Inversión Corporativa, que a la fecha de los hechos ostentaba el 51,35 por ciento de representación política en la sociedad, reclama 900 millones de euros. Finarpisa y Ardachón, por su parte, solicita una indemnización de 100 millones, si bien las cantidades son acumulativas. 

Benjumea sobre su cese: "Fueron lentejas"

El propio Benjumea explicó en su declaración en calidad de investigado que la imposición del Santander a la que se adhirió HSBC "fueron lentejas" y que, finalmente, el Consejo de Administración no pudo sino cesarle como presidente en la reunión del 23 de septiembre de 2015. Misma tesis defendió Josep Borrell. El ahora ministro de Asuntos Exteriores fue llamado como testigo al haber sido consejero de la compañía. Su versión coincidió con la prestada por Benjumea y precisó que no hubo alternativa y que en ese momento Abengoa estaba en proceso de expansión.

Las sociedades querellantes aseguran que el daño causado en un primer momento hizo que, aunque finalmente se procediera a la firma nueve días más tarde -el 23 de septiembre-, la desconfianza del mercado ya era un hecho. Además, hizo que el tiempo previsto para poder llevar a cabo la ampliación de capital se retrasara hasta noviembre de 2015, cuando Abengoa había pasado "a un punto de no retorno".

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