Berlusconi se muestra dispuesto a modificar la "ley mordaza" para aprobarla

Roma.- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se mostró hoy dispuesto a modificar el proyecto de ley de las interceptaciones, más conocido como "ley mordaza" y que limita el uso y difusión de las escuchas telefónicas, con tal de aprobarlo.

En un mensaje dirigido a la asociación "Promotores de la Libertad", perteneciente a su partido, el "Pueblo de la Libertad" (PDL), Berlusconi volvió a defender la necesidad de que se apruebe esta polémica norma, que ya fue aprobada en el Senado y ahora se tramita en la Cámara de los Diputados.

"Tenemos que impedir que esta ley sufra la triste suerte que normalmente toca a las leyes que no gustan a la izquierda y a sus fiscales politizados. Cambiémosla, enmendémosla, repasémosla, pero aprobémosla, por el interés de todos, y más que de una casta", dijo el primer ministro en un mensaje de voz divulgado a través de la web de la asociación.

Berlusconi apeló al hecho de que, según él, "todos" en Italia son espiados para insistir sobre la necesidad de esta polémica norma, que prohíbe la publicación del contenido de escuchas telefónicas antes de una vista judicial previa y que ha sufrido numerosas modificaciones en su paso por el Senado.

"Nadie está poniendo en discusión la utilidad de las escuchas en la lucha contra el terrorismo y la criminalidad organizada y no es verdad que se quiera tutelar a una presunta casta como afirman -sabiendo que mienten- la izquierda, el 'lobby' de los magistrados politizados y los periodistas de izquierda: el problema es simple y grave, todos somos espiados", dijo.

"En Italia hay casi 150.000 teléfonos bajo control. En la hipótesis de que cada uno de los escuchados hable con 50 personas llegamos a 7 millones y medio de italianos escuchados. Esto no está lejos de la verdad, que cifra en 10 millones las escuchas, es decir, un italiano de cada seis: un número que no tiene parangón en el mundo", añadió.

En su mensaje a los "Promotores de la Libertad", Berlusconi volvió sobre el argumento de lo difícil que es gobernar en Italia con la actual Constitución (1948) y sobre la necesidad de llevar a cabo reformas en la Carta Magna italiana.

"Desafortunadamente, como veis, la de gobernar y la de hacer las leyes es una empresa que en nuestro país se está convirtiendo cada día en algo más difícil. Y lo será hasta que no consigamos aprobar las reformas institucionales necesarias para modernizar la arquitectura constitucional del Estado", incidió el mandatario.

Hay que "dar a nuestro primer ministro los mismos poderes que a sus colegas europeos y reducir el número de parlamentarios y de quien vive de la política, haciendo menos largos y fatigosos los recorridos para aprobar una ley", agregó.

Estas reformas, apuntó el primer ministro, están ya previstas en su programa de Gobierno y son totalmente compartidas por sus socios en el Ejecutivo, el federalista y conservador partido Liga Norte (LN), liderado por Umberto Bossi.