Bono pide una nueva ley electoral que reste poder a las cúpulas de los partidos

  • Barcelona.- El presidente del Congreso, José Bono, ha propuesto hoy una reforma de la ley electoral para "disminuir el poder" de las cúpulas de los partidos sobre los diputados elegidos y ha llamado a los políticos a no tener "miedo" de confrontar abiertamente su opinión con su líder, le guste o no a éste.

Bono evita "mojarse" sobre el Estatut en Barcelona y pide "tranquilidad"
Bono evita "mojarse" sobre el Estatut en Barcelona y pide "tranquilidad"

Barcelona.- El presidente del Congreso, José Bono, ha propuesto hoy una reforma de la ley electoral para "disminuir el poder" de las cúpulas de los partidos sobre los diputados elegidos y ha llamado a los políticos a no tener "miedo" de confrontar abiertamente su opinión con su líder, le guste o no a éste.

En un desayuno-coloquio organizado en Barcelona por el Fórum Europa, Bono ha apostado por cambiar a fondo la "estructura" de los partidos políticos en general y modificar un sistema electoral que, a su juicio, "conduce sobre todo a reforzar el poder de la cúpula de los partidos, cuando no de uno, dos o tres dirigentes".

No ha detallado cuál sería la mejor fórmula para corregir esta tendencia e incluso ha opinado que implantar un sistema de listas abiertas, como en la elección de los senadores, no resolvería el problema, aunque sí ha apuntado que posiblemente sería pertinente introducir algunos elementos del sistema uninominal británico.

Según Bono, hay que conseguir que "los electos se encuentren más cerca de los elegidos", de manera que, "para cualquier diputado que aspire a continuar, sea más rentable ganar el favor de los electores que el del jefe de filas que hace las candidaturas".

El ex ministro socialista de Defensa ha enlazado esta idea con su encendida defensa del derecho a la heterodoxia dentro de los partidos y de la "autonomía" de los políticos con respecto a sus líderes.

Bono ha hecho un llamamiento a los políticos en general a que "huyan de los intransigentes", así como de los "fanáticos que todo lo uniformizan y que serían capaces de ponernos uniformes a todos", y a que "pierdan el miedo a no respetar los dogmas de la política".

"Hay que huir de los dogmáticos igual que de los corruptos", ha subrayado Bono, para quien "los partidos políticos fueron víctimas del totalitarismo, pero esto no les da bula para tener en este momento comportamientos que no son dignos de aplauso".

Bono ha deplorado la figura del cuadro dirigente que se comporta como un mero cortesano, incapaz de decirle lo que piensa realmente a su máximo líder, por miedo a importunarle.

"Se puede ser de un partido y se puede ser autónomo, pero no a la usanza de la corte del Rey Sol, quien preguntaba 'qué hora es' y el cortesano solía responder: 'La que desee su Majestad'. No, la hora es la que es, le guste o no le guste a su Majestad, porque si no, ni el Rey acaba sabiendo la hora ni el cortesano en qué día está y, finalmente, todos acaban confundidos", ha explicado gráficamente.

Según Bono, un político debe "ser autónomo respecto del propio partido" y "tener el coraje cívico de decir que, cuando todos en un partido piensan milimétricamente igual, eso no es un mérito, eso ocurría en los países con ausencia de democracia" y suele suceder "porque uno piensa por todos o porque no piensa ninguno".

"Qué fácil es ser autónomo respecto del partido contrario o ser autónomo respecto del periodista que todas las mañanas nos insultaba a todos. Pero ¿y ser autónomo del que todos los días te alaba?", se ha preguntado retóricamente para reforzar sus argumentos.

Bono ha recordado que, a lo largo de su trayectoria, intentó predicar con el ejemplo, si bien ha admitido que, siendo presidente de Castilla-La Mancha, "ser autónomo respecto del Gobierno de Felipe González tenía sus complicaciones y sus consecuencias".

Actualmente, Bono habla con total "confianza" y sin tapujos con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: "Yo le digo a él, en relación con el Gobierno, todo lo que pienso. Pero ya comprenderán que esto no puede oirlo más que él".

En su intervención, Bono también se ha referido al debate sobre la descentralización política en España y ha reconocido que "hoy Castilla-La Mancha no tendría autonomía si no fuese por Cataluña".

"No lo habíamos demandado, nos tropezamos con la autonomía, no sabíamos ni lo que era", ha dicho Bono, que ahora considera que la creación de su comunidad autónoma ha sido "el mejor invento que hemos tenido en el siglo".

Bono también ha admitido que en la Transición, para evitar que el ejército "se sublevara" contra el proceso constitucional, se optó por extender el modelo autonómico más allá de Cataluña y País Vasco y se impuso el llamado "café para todos", que "no es un mal invento" aunque "probablemente deberíamos examinarlo con profundidad".

Ante las crecientes tensiones territoriales suscitadas a raíz del debate sobre el Estatut, José Bono ha pedido a unos y otros que eviten hacer "antiespañolismo y anticatalanismo".

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