Cadena perpetua en la primera condena a la cúpula del Jemer Rojo

  • El tribunal internacional de Camboya condenó este año a cadena perpetua a dos exlíderes del Jemer Rojo por crímenes contra la humanidad, en la primera sentencia contra la cúpula de un régimen que causó 1,7 millones de muertos hace más de tres décadas.

Jordi Calvet

Bangkok, 16 dic.- El tribunal internacional de Camboya condenó este año a cadena perpetua a dos exlíderes del Jemer Rojo por crímenes contra la humanidad, en la primera sentencia contra la cúpula de un régimen que causó 1,7 millones de muertos hace más de tres décadas.

El ex jefe de Estado del régimen, Khieu Samphan, de 83 años, y el ideólogo y número dos de la organización, Nuon Chea, de 88, apelaron el fallo que les impone la máxima pena legal y boicotearon la reanudación del juicio en su contra que sigue con otras acusaciones.

La cadena perpetua les fue impuesta el pasado 7 de agosto por los crímenes juzgados en la primera fase de una causa que el tribunal segregó en varias partes ante su complejidad y el temor de que los acusados, de avanzada edad y frágil estado de salud, murieran antes de que se dictara sentencia.

Las Cámaras Extraordinarias de las Cortes de Camboya, nombre oficial del tribunal, emitieron el fallo más de dos años después de que comenzara el juicio que inicialmente contaba con dos acusados más.

Estos eran el ex ministro de Asuntos Exteriores, Ieng Sary, que murió en marzo de 2013 a los 87 años, y su esposa y ex ministra de Asuntos Sociales, Ieng Thirith, cuyo caso fue suspendido después de que se le diagnosticara demencia.

En esta primera fase se juzgó la evacuación forzosa de Phnom Penh y la deportación de población urbana a campos de trabajo en zonas rurales, y la ejecución de soldados republicanos que el Jemer Rojo llevó a cabo tras tomar el poder en 1975.

El juez Nil Nonn basó el fallo en la implicación de los acusados en una "empresa criminal conjunta" cuyo plan era implementar "una rápida revolución socialista a través de un gran salto adelante para nada necesario".

"Millones de personas fueron víctimas de un ataque global y sistemático contra la población civil que seguía políticas y planes del partido", dijo el juez en la lectura de la sentencia.

Las defensas presentaron un recurso de apelación contra la sentencia, pendiente aun de resolución, y boicotearon las vistas de la segunda fase del juicio que comenzaron en octubre para reclamar que se atendieran varias demandas de los acusados.

Nuon Chea exigió la sustitución del panel de jueces al cuestionar su imparcialidad tras haber emitido una primera condena, pero una vez desestimada su petición y después de que el tribunal advirtiera con sanciones, sus abogados se reincorporaron al proceso.

En cambio, Khieu Samphan, que también pidió que se detenga el proceso hasta que se resuelva la apelación de la primera sentencia, pidió a sus abogados que siguieran sin colaborar con la corte, lo que llevó a los jueces a suspender las vistas hasta enero de 2015.

El tribunal, auspiciado por Naciones Unidas, aborda en esta segunda parte el genocidio perpetrado por el régimen liderado por Pol Pot contra la minoría musulmana cham y la población vietnamita, así como la persecución contra la comunidad de monjes budistas.

También se les juzga por la política de matrimonios forzados y violaciones, las purgas internas, el establecimiento de centros de interrogatorio y tortura, por someter a la población a trabajos forzados y por la purga de oficiales del gobierno anterior del general Lon Nol.

El tribunal, que desde su puesta en marcha en 2006 y hasta 2013 ha costado 204,6 millones de dólares (153 millones de euros), había emitido una única sentencia.

Esta fue la que se impuso en julio de 2010 a Kaing Guek Eav, alias Duch, quien dirigió la prisión S-21 en la que 16.000 personas fueron torturadas antes de morir en el mismo centro o en el campo de exterminio de Choeung Ek, en las afueras de Phnom Penh.

Duch fue condenado inicialmente a 35 años de cárcel, pero la sentencia fue elevada a cadena perpetua por la sala de apelación del tribunal.

El jefe del Jemer Rojo, Pol Pot, murió en 1998 en el último bastión de la guerrilla maoísta en la selva del norte de Camboya, prisionero de sus propios correligionarios.

Unos 1,7 millones de personas murieron entre 1975 y 1979 durante el régimen del Jemer Rojo a causa de trabajos forzados, enfermedad, hambruna y purgas políticas.

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