Barcelona.- La Guardia Civil ha detenido en Cataluña a ocho presunto miembros de una banda que se dedicaba a distribuir hachís y cocaína por Europa, por lo que tenía conexiones con grupos de narcotraficantes de Francia, Alemania y Holanda.
Según ha informado hoy la Guardia Civil, en la operación, denominada Harén, se ha desmantelado un laboratorio de cocaína en Castelldefels (Barcelona) y se ha intervenido, en total, más de una tonelada de hachís, dos kilos de cocaína y cinco vehículos utilizados por los miembros de la banda.
La investigación que ha permitido la desarticulación del grupo de narcos se inició en diciembre del año pasado, con la incautación de 404 kilos de hachís en el interior de una furgoneta que circulaba por la autopista AP-7 en sentido a Barcelona.
Los agentes detuvieron a varias personas en relación con el transporte de ese alijo de hachís, y el análisis de documentos y agendas de teléfono incautadas permitió relacionarlas con una banda de narcotraficantes afincada en Cataluña que ya estaba siendo investigada por el Guardia Civil.
De hecho, los investigadores estaban ya tras los pasos del jefe de la organización, residente en Barcelona, y de su hombre de confianza, vecino de Salt (Girona) y que se encargaba de vender la droga a otros grupos de narcotraficantes de Europa.
Gracias a la información recabada, los agentes supieron que la banda iba a trasladar una importante partida de hachís desde Andalucía a Cataluña, un alijo que el jefe de la organización había adquirido el pasado mes de enero en un viaje a Málaga.
De esa forma, la Guardia Civil interceptó la furgoneta con la droga cuando circulaba por Cervelló (Barcelona) y se incautó de 20 fardos con hachís con un peso aproximado de 600 kilos en total.
Además del conductor de la furgoneta, otros cinco presuntos miembros de la red fueron detenidos en Salt, Castelldefels, Mataró (Barcelona) y Sant Andreu de la Barca (Barcelona).
Uno de los supuestos narcos, primo del jefe de la banda, fue arrestado cuando acudió al cuartel de la Guardia Civil de Sant Andreu de la Barca para interesarse por la situación de su familiar, que estaba custodiado en esas dependencias policiales.
En la última fase de la operación se registraron tres domicilios -dos de Salt y uno de Castelldefels- y un bar de Barcelona, donde se intervino abundante material para la venta y manipulación de drogas.
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