Cae en madrid y toledo una banda especializada en el robo de cobre


La Guardia Civil ha desarticulado en Madrid y Toledo una banda especializada en el robo de cable de cobre. El grupo iba a transportar de forma inminente a Holanda un gran cargamento de material robado.
Según informó el Instituto Armado, en el marco de la ‘operación Sagratel’ han sido detenidas 14 personas e imputados otros seis y se ha intervenido 33 toneladas del preciado metal.
Asimismo, se ha intervenido un camión cargado de metal cuyo destino era el puerto de Rótterdam (Holanda). Los arrestados también contaban con seis vehículos (tres de alta gama); dos furgonetas; una motocicleta; una peladora profesional de cable; y diversas herramientas.
La operación se inició con motivo de las actuaciones realizadas durante los últimos seis meses contra el robo de metales, para lo cual se procedió a inspeccionar 16 centros de recuperación de metales o chatarrerías.
SEGUNDA FASE
Esta actuación llevó al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia civil a localizar cable sustraído en octubre pasado a una empresa del ramo ferroviario en la localidad de San Martín de la Vega. Esta actuación se saldó con la detención de cuatro individuos y la recuperación de 6.831 kilogramos de cable.
Como continuación de esa primera fase de inspecciones, se desarrollaron dos fases más, en otras 35 chatarrerías detectándose 41 infracciones administrativas. De estas actuaciones, la Guardia Civil localizó a un grupo organizado perfectamente estructurado y jerarquizado. Estaba compuesto por ciudadanos de origen español, portugués, brasileño y colombiano, que tenían fijada su residencia en Madrid, Torrejón de Ardoz y que tenían su base de operaciones en una nave ubicada en una localidad de Toledo.
Posteriormente, los agentes determinaron que cada miembro de la organización desempeñaba unas funciones específicas y se constató que el cabecilla de la organización era un antiguo trabajador de una empresa dedicada a la instalación de suministro telefónico.
Por un lado se encontraban antiguos trabajadores de una empresa que trabajó para una conocida empresa de telefonía, ya que eran conocedores de las instalaciones subterráneas secundarias de dicha empresa. Esto les servía para seleccionar los lugares donde cometer los robos y hacer efectiva la sustracción.
CON LOGOTIPOS FALSOS
Para cometer los robos, los arrestados usaban ropas y vehículos con los logotipos de la empresa de telefonía y desplegaban un perímetro con conos de señalización y vallas de protección. Buscaban así dar una apariencia de normalidad para acceder al interior de galerías subterráneas y poder cortar y trocear el cableado.
El resto de los integrantes de la red compuesto por grupos de tres o cuatro personas por vehículo utilizado, esperaban el aviso de los que realizaban el corte del cable. Una vez cargado el material sustraído en la furgoneta lo trasladaban a la nave para proceder al pelado y cortado del mismo. Finalmente otro intermediario conseguía compradores del material.
Durante los registros practicados se interceptó un camión tráiler, que transportaba un total de 25 toneladas de cable de cobre de comunicación de telefónica, que había sido cargado en el interior de la nave con destino Holanda para realizar allí la venta para reciclado de este material.
Asimismo, se ha recuperado ocho toneladas más de cobre y numerosas herramientas para el tratamiento del cable. Entre estos efectivos estaban máquinas peladoras, trituradoras, tracteles, eslingas, cizallas, grupos electrógenos, radiales y otras herramientas.
El cabecilla de la red blanqueaba el dinero procedente de la venta del metal mediante la compra de turismos de alta gama. El cable recuperado en total supera los 33.000 kilogramos. Para la identificación del cable, la Guardia Civil ha contado con el apoyo de técnicos de la compañía de telefonía afectada.

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