Cae una banda que asaltaba viviendas y naves industriales en andalucía y murcia


La Guardia Civil ha detenido a 20 personas que formaban parte de una organización criminal que asaltaba viviendas y naves industriales en Andalucía y Murcia. La banda está acusada, por el momento, de 35 asaltos en este tipo de inmuebles e instalaciones.
Según informó el Instituto Armado, en la llamada ‘operación Jerbos’ se han realizado 13 registros domiciliarios, donde se ha recuperado gran cantidad de efectos sustraídos y material empleado para la comisión de los robos.
A los detenidos, entre los que hay magrebíes, rumanos, búlgaros y españoles, se les atribuye la comisión de robos cometidos en las provincias de Almería, Granada y Murcia. En el marco de esta operación se ha esclarecido una tentativa de robo en la iglesia de Santiago de Almería, donde los arrestados pretendían apropiarse, por encargo de un coleccionista, de las imágenes religiosas y otros objetos de valor
La red contaba con personas muy especializadas en diferentes áreas delictivas, destacando una mujer búlgara que era contratada para la apertura de las cajas fuertes y puertas de seguridad de especial complejidad.
TENÍAN SOPLONES
La operación se inició cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la existencia de una red que estaba cometiendo robos en viviendas y naves industriales en Andalucía y Murcia, por lo que los agentes establecieron un dispositivo de seguimientos y control sobre un grupo de personas que podrían estar cometiendo estos hechos delictivos.
Fruto de este dispositivo, los agentes pudieron confirmar la existencia de esta organización por lo que se procedió a la detención de sus integrantes. La red contaba con informadores que proporcionaban información sobre los lugares a robar.
La organización hacia un reconocimientos de las zonas residenciales y polígonos industriales que iba a robar, al tiempo que examinaban sus sistemas de alarmas, vías de escape, etc. Asimismo, contaban con informadores que les proporcionaban detalles precisos de los lugares donde podían cometer los robos.
Una vez elegido el lugar del asalto, se desplazaban en vehículos a nombre de personas de la organización que carecían de antecedentes y controlaban durante varios días los horarios de los moradores o trabajadores para asegurarse que durante la comisión del robo no hubiera nadie en su interior.
94 BICICLETAS
Con la información obtenida y tras robar varios vehículos, al cabo de unos días los arrestados regresaban al lugar seleccionado para cometer el robo. Una vez en la nave o vivienda, anulaban los sistemas de alarma mediante dispositivos electrónicos, accediendo al interior donde se apropiaban del dinero y objetos de valor. Tras cometer el hecho regresaban a sus domicilios y depositaban el botín en casas de otros miembros de la organización que se encargaban de dar salida a los objetos robados.
Asimismo, la red contaba con personas muy especializadas en diferentes áreas delictivas, destacando una mujer búlgara que era contratada puntualmente para la apertura de las cajas fuertes y puertas de seguridad de especial complejidad.
Entre los más de 35 robos cometidos por la organización destaca el efectuado en la vivienda de un empresario murciano, donde sustrajeron una importante cantidad de joyas, dinero y una pistola. En este hecho, la información sobre la ubicación de la caja fuerte fue facilitada a la organización por un trabajador magrebí, persona de confianza del empresario.
Otro de los robos resueltos fue el cometido en una empresa de Almería, donde los autores se apropiaron de 94 bicicletas eléctricas y 30 ciclomotores. Este botín fue valorado en unos 200.000 euros y casi todos los efectos sustraídos fueron recuperados tras las detenciones.

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