Cambio hora. Ancianos y lactantes, los más afectados


El cambio horario que obliga a atrasar 60 minutos los relojes la próxima madrugada provoca modificaciones en el ritmo circadiano de los seres vivos, que suelen acusar, sobre todo, las personas mayores y los lactantes.
Así lo explicó a Servimedia Ricardo Martínez, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien señaló que si el cambio de hora no es "brusco", como ocurre con éste, el cerebro se adapta rápidamente y, en general, sin problemas.
De hecho, dijo, la mayor parte de la gente no suele acusar el cambio, y si lo hace, no sufre más allá de "pequeñas molestias", como fatiga o cansancio. Sólo algunos lactantes y ancianos notan a veces variaciones en sus hábitos de sueño, lo que puede repercutir también en la alimentación.
Por su parte, Antonio Yusta, neurólogo del Hospital USP San Camilo de Madrid, coincide con Martínez en que los niños y las personas mayores son los más afectados por los cambios horarios, sobre todo "si toman ansiolíticos o antidepresivos".
Para que la variación horaria sea lo más leve posible, que en general lo es, pues sus efectos no duran más allá de dos o tres días, aconseja mantener siempre un ritmo de sueño fijo, sin siestas prolongadas.

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