Carta a Bescansa de una madre a la que le hubiera gustado tener una guardería en su trabajo

    • La imagen de Carolina Bescansa con su bebé en el Congreso ha sido aplaudida por muchos. Yo no seré menos, pero ¿para qué sirve?
    • No se imagina cuánto hubiera pagado yo por llevarme mi hijo a trabajar y dejarlo a escasos metros de mí en una guardería. Eso es por lo que debería pelear Bescansa.
Carolina Bescansa (Podemos) acude al Congreso acompañada de su bebé y le da de mamar en el hemiciclo
Carolina Bescansa (Podemos) acude al Congreso acompañada de su bebé y le da de mamar en el hemiciclo

A la Atención de Carolina Bescansa13 de enero de 2016

Estimada Carolina Bescansa,

Me pongo en contacto con usted a través de esta carta para preguntarle cuándo yo podré llevar a mi hijo a mi puesto de trabajo (entiéndase el yo por todas esas madres que tienen niños menores de tres años, ya que el mío ya está algo más crecidito).

La imagen del día es, sin duda, la suya con su bebé en brazos en su primer día de trabajo en el Congreso.

Espero no molestarla en estas líneas pero lejos de los aplausos que ha recibido por ello (sin ir más lejos los de mi compañero y también padre Bosco Martín Algarra), yo me he llegado a indignar como madre, no como mujer, porque esa imagen no es real.

Quiero pensar que no ha perseguido solo protagonizar las portadas de los diarios, sino que ha sido un gesto sincero para luchar de una vez por todas por la conciliación en nuestro país.

No estoy de acuerdo tampoco con las críticas que aseguran que el hemiciclo no es un lugar adecuado para llevar a un bebé, como aseguran desde 'Mujeres en Igualdad'.

Eso es lo de menos. Ese pequeño ha estado hoy acompañado de su mamá, acunado por el mismísimo Pablo Iglesias y recibiendo los halagos de gran parte de los diputados.

Y digo 'gran parte' porque también hay otras diputadas mamás, en este caso del PSOE, que critican que usted, pudiendo, no haya dejado al pequeño en la guardería del Congreso.

No se imagina cuánto hubiera pagado yo por poder ir con mi hijo a trabajar y dejarlo a escasos metros de mí en una guardería. Eso es por lo que debería de verdad pelear desde su puesto de trabajo, con o sin niño en brazos.

Otra compañera suya de trabajo, la diputada Meritxell Batet del PSC, seha separado hoy de sus gemelas y las ha dejado en la guardería. Por lo visto cuesta 150 euros al mes (cuatro veces menos de lo que pagué yo), está abierta de ocho de la mañana a nueve de la noche y siempre tiene plazas libres. Esa bendita guardería está abierta a petición de su compañera Carme Chacón, y lo hizo en su día sin el niño en brazos.

No sé quién se merece el aplauso de hoy, si usted por acudir con el pequeño en brazos y darle de mamar en el hemiciclo o el resto de mamás que la están criticando, lo que sí sé es que en el Congreso hay una guardería y si muchas madres pudieran tener una en su trabajo más de una no tendría que hacer la cuadratura del círculo para organizar horarios, comidas, médicos, vacaciones...

Haga usted esa cuadratura del círculo y piense en ayudas, subvenciones o lo que haga falta para que en España siga habiendo niños y las mamás y los papás no tengan que romperse la cabeza para criarlos.

Para mí su imagen no es nueva. Hace años Licia Ronzulli acudió a una votación en el Parlamento Europeo por los derechos de la mujer con su recién nacido en brazos. Explicó que no le quedó más remedio. ¿Sirvió para algo? Pues eso mismo me pregunto ahora.

Mostrar comentarios