El PP ya ha activado la maquinaria electoral de cara a las elecciones municipales y autonómicas del próximo 26 de mayo. Pablo Casado se enfrenta a un 'matchball' ese día y por eso el presidente va a volcarse en el principal objetivo que tiene ahora Génova: arrebatar comunidades y municipios al PSOE y, a su vez, frenar la fuga de votantes hacia Vox. Con la batalla de Andalucía salvada gracias al gobierno de Juanma Moreno, los populares son conscientes de que se juegan su futuro en los próximos cuatro meses.
La dirección del PP ha diseñado un ambicioso 'road show' de Casado por toda España. Según fuentes del partido, el presidente visitará una treintena de ciudades, aquellas en las que todavía no ha estado, para apoyar a los diferentes candidatos. Los actos ya se están preparando en Génova en una completa agenda que incluirá dos y hasta tres eventos de partido por semana. Casado, en definitiva, "no descansará" hasta los próximos comicios. Quizá el único fin de semana que tenga libre será este, el posterior a la Convención Nacional del Ifema.
Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Aragón, Asturias, Extremadura... Y también Cataluña. Casado se centrará en recorrer ciudades de las comunidades donde el PSOE gobierna gracias a acuerdos con Podemos. Especial atención pondrá en capitales como Madrid, Zaragoza, Valencia, La Coruña... Son las llamadas 'ciudades del cambio', que fueron arrebatadas al PP por la coalición de izquierdas. Los populares aspiran en esta cita con las urnas a recuperarlas. De hecho, el primer evento de estas características será en la capital aragonesa la próxima semana.
Casado quiere estar acompañado en estas visitas por el candidato de turno de la ciudad y la autonomía, además de por algún miembro de la cúpula del PP. Génova diseña, además, actos de precampaña sectoriales en los que se aporten ideas y proyectos concretos. "No va a ir de turismo por España", explican fuentes del entorno del presidente popular.
Objetivo: frenar a Vox
El 'síndrome Vox' sobrevoló toda la Convención Nacional del PP del pasado fin de semana. Dirigentes y cuadros medios no pudieron evitar hablar de la formación de Santiago Abascal, algo que también quedó reflejado en el discurso de cierre del propio Casado. El líder popular, sin citar en ningún momento al partido verde, se dirigió a los suyos llamando a recuperar a esos votos que, como en Andalucía, se están marchando hacia sus rivales. Quieren atajar la sangría y por eso Casado protagonizó su primer gran 'speech' en clave electoral.
Casado apeló a conformar una "mayoría que dé paso a un Gobierno de centro derecha eficaz" y advirtió que los que votan a otras formaciones "puede quedarse sin unir". "No se puede unir España desuniendo el voto", apelando a que esa unidad solo la puede protagonizar, bajo su punto de vista, el PP.
Será uno de los discursos que primen en el PP en los próximos cuatro meses: la referencia al voto útil y eficaz para frenar -dijo- "la rendición socialista" y el avance independentista, en clara alusión a Pedro Sánchez y sus socios de la moción de censura.
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