Las claves para entender qué ha pasado en Cataluña

  • A parte de la amplia victoria de CiU y la debacle de la izquierda, el resultado de las elecciones catalanas deja varios mensajes: los ciudadanos votan pensando en el bolsillo; el nacionalismo crece y la corrupción pasa desapercibida. Las elecciones catalanas han sido un test para las próximas citas electorales.
Beatriz Toribio

¿Qué significa la amplia victoria de CiU? ¿Por qué los partidos de izquierda han sido tan duramente castigados? ¿Qué implicaciones tendrán estos resultados en en las municipales y autonómicas y en las generales de 2012?

Éstas son las claves para entender qué mensajes han querido trasladar los catalanes en el 28N:

-Los catalanes han votado pensando en el bolsillo. El castigo que ha sufrido la izquierda catalana tiene dos porqués: la crisis económica y la crisis política que abrió la sentencia sobre el Estatut. La primera explicaría el voto de castigo que suele producirse en tiempos de crisis con el partido en el Gobierno. Los catalanes han dicho 'No' al tijeretazo con el que Zapatero rompió su discurso de izquierdas y a el doble mensaje del PSC, que un día se desmarca del PSOE y al siguiente le tiraba flores en temas tan polémicos como el Estatut o la independencia.

- Desencanto contra el tripartito. El resultado del PSC no ha sido malo, sino pésimo. El peor que ha registrado en su historia (pasa de 37 a 28 diputados). El de ERC también: ha perdido más de la mitad de sus diputados (se queda en 10) e ICV, aunque es el menos castigado, se deja 2 diputados en el camino. Este revés se explica porque a la hora de votar ha pesado el desgaste del tripartito y sus divisiones internas. Celestino Corbacho, ex ministro de Trabajo y número 3 del PSC, reconocía esta mañana que el tripartito  ha sido percibido "como un Gobierno en el que faltaba una unidad de acción, sobre todo, por algunas discrepancias en algunos temas que eran importantes".

Y el Estatut ha sido uno de ellos. Los catalanes no han entendido cómo el tripartito se ha quedado de brazos cruzados ante el Tribunal Constitucional, cuya sentencia recorta aspectos fundamentales del mismo. Sobre todo en el caso de ERC, una formación independentista que hizo del Estatut su bandera y luego se aplacó estando en el Gobierno.

-El nacionalismo no cae, crece. Precisamente, ese desánimo que provocó la sentencia del Estatut explica que las formaciones soberanistas e independentistas hayan ganado terreno. Juntos, CiU, ERC y la formación de Joan Laporta suman mayoría absoluta, con 76 de los 135 escaños que componen el Parlamento. Son 17 escaños más que los partidos estatales o federalistas, que suman 59 diputados frente a los 66 que obtuvieron en 2006. Hasta hoy la diferencia entre nacionalistas y no nacionalistas era tan sólo de tres escaños. Ahora esta diferencia se multiplica por cinco.

En este apartado hay que destacar el gran estreno de la formación de Joan Laporta, Solidaritat Catalana per la Independencia (SI), que ha conseguido 4 escaños, ya que Laporta ha conseguido atraer al voto nacionalista desencantado que tan duramente ha castigado a ERC.

-El Parlamento cambia de color y es el más plural de España. El Parlament catalán pasa del rojo al azul gracias a la amplia victoria de CiU y sus 62 escaños que, unidos a los 18 del PP y los 3 de Ciutadans, reflejan cómo ha arrasado el centroderecha en detrimento de la izquierda.

Pero además, el Parlamento catalán se convierte en la cámara más plural y más fragmentada de toda España sin contar con el Congreso y el Senado. Con siete partidos, el Parlament permite que tres opciones diferentes de izquierdas, otras tres de centro derecha y varias nacionalistas tengan escaños. No hay representación igual en otro parlamento autonómico.

- Éxito de los mensajes claros y únicos. Dos son las sorpresas de las novenas elecciones catalanas. Uno, el repunte del PP que con 18 diputados ha conseguido un resultado histórico. El otro gran protagonista es Joan Laporta y su formación Solidaritat Catalana per la Independencia, que se estrena en el Parlament con nada más y nada menos que 4 diputados, dejando por detrás a Ciutadans.

Tanto el éxito del PP como de SI tienen un factor común: han centrado su campaña en un único mensaje que conecta con las preocupaciones de los catalanes. En el discurso de Alicia Sánchez-Camacho ha prevalecido un mensaje contra la inmigración, que si bien dista mucho del que realizó Le Pen en Francia sí le ha dado resultados similares. Laporta, por su parte, ha dejado claro que sólo trabajará por una cosa desde su escaño: la independencia de Cataluña.

- La corrupción no pasa factura. Los tres grandes ganadores de estas elecciones  -CiU, PP y Laporta- están bajo sospecha de diferentes casos de corrupción. La formación de Artur Mas está siendo investigada por el caso Pretoria y el caso Palau y el líder de Solidaritat Catalana per la Independencia se ha visto salpicado por varios escándalos durante su etapa como presidente del F.C. Barcelona. En el caso del PP, aún sigue abierto el 'caso Gürtel'.

Pero a ninguna de estas tres formaciones le ha hecho daño la corrupción, lo que demuestra que a la hora de votar pesa más el bolsillo que los escándalos de comisiones internas y de pagos indebidos de sus líderes. Algo que ya vimos en las elecciones gallegas y vascas.

- Un aviso al resto de España. Las elecciones catalanas han servido de test a las diferentes formaciones políticas de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas. Aunque desde el PSOE lo niegan y dicen que no debe trasladarse el resultado de las catalanas a la cita del próximo mes de mayo, lo cierto es que tendrán que poner toda la carne en el asador para no sufrir una gran derrota.

Para el PP, según ha señalado Mariano Rajoy, estas elecciones son "el principio del fin" de la era Zapatero. Varios dirigentes populares coinciden en que la estrategia de desgaste de su partido está dando resultados y podrían llevarles a una gran victoria en las municipales y autonómicas, además de en las generales de 2012.

 

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