Catorce detenidos en una operación antiterrorista de España y Marruecos

Agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional española y la DGST de Marruecos han detenido este martes a 14 personas en las localidades de San Martín de la Vega (Madrid) y en Fez, Casablanca, Nador, Al Hoceima y Driouech, en Marruecos.

Según ha informado Interior en un comunicado, los arrestados formaban parte de una red de captación y envío de combatientes extranjeros para unirse a las filas de la organización terrorista DAESH, en la región sirio-iraquí que mantiene bajo su control.

Las actuaciones en territorio español han sido coordinadas por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional y la operación continúa abierta.

"La operación continúa", indicó el ministerio en la mañana de este martes, sin dar más detalles.

El EI lanzó una vasta ofensiva el junio de 2014 en el norte de Bagdad que le permitió hacerse con amplias secciones del territorio iraquí y en la vecina Siria, donde aprovecha la guerra civil en el país.

Este grupo, acusado de crímenes de lesa humanidad, comete atropellos como raptos, violaciones, decapitaciones o limpieza étnica en las regiones bajo su control. El ministro de Interior, Fernández Díaz, ha destacado la labor de las fuerzas de seguridad que han detenido solo en 2015 a 48 personas relacionadas con el yihadismo dentro de nuestras fronteras. El ministro ha destacado, no obstante, que el lugar donde se detiene a estos sospechosos no es lo más relevante porque nos enfrentamos a un terrorismo desolocalizado.

La operación antiterrorista llevada a cabo por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional española y en colaboración con la DGST continúa abierta, pero por el momento un hombre marroquí residente en España ha sido detenido. Se trata de un hombre, casado y con hijos, que regenta en un locutorio en la ciudad madrileña de San Martin de la Vega, muy próxima al parque de atracciones Warner.

Fue detenido nada más rezar

Se trata de un hombre joven, que habría rezado esta mañana en la mezquita de la ciudad antes de ser detenido por los agentes. Según han contado los vecinos a los medios de comunicación que se encuentran en el lugar, "el joven viste chilaba y lleva barba y está casado con una mujer que va tapada."

Según ha informado Interior en un comunicado, los arrestados formaban parte de una red de captación y envío de combatientes extranjeros para unirse a las filas de la organización terrorista Estado Islámico, en la región sirio-iraquí que mantiene bajo su control.

Los últimos datos en poder de los Servicios de Información sitúan en torno a 150 el número de españoles desplegados en Siria e Irak. El fenómeno de los combatientes extranjeros preocupa a los servicios de inteligencia europeos porque se teme que retornen a sus países de origen y cometan un atentado. No en vano, el campo de batalla es el mejor centro de entrenamientos para los yihadistas ya que aprender a manejar armas y están en contacto con discursos radicales.

No en vano, tras los atentados en Francia y Túnez de este año, España elevó su nivel de alerta que pasó de 3 a ante posibles ataques e n suelo español. El nivel máximo es 5.

Por otro lado, San Martín de la Vega es un municipio español situado a 22 kilómetros de Madrid. Cuenta con una población de 21.540 habitantes y se encuentra cerca del parque de atracciones Warner.Redes sociales, cárceles y centros de culto, los lugares más vigilados

El Ministerio del Interior es consciente de que el 80% de los procesos de radicalización de los terroristas yihadistas se produce en las redes sociales, mientras que el 20% de esos procesos tienen lugar en las cárceles y en los centros de culto.
Es cierto que respecto al 2012 se ha producido un vuelco en el proceso de radicalización. Entonces, ocho de cada diez procesos de radicalización tenían lugar en las prisiones y en los centros de culto,y el 20% restante se producía en las redes sociales.

Esto le sirvió para explicar que en las instituciones penitenciarias, el Ministerio puso en marcha, a raíz de los atentados del 11-M, un programa para luchar contra la radicalización en las prisiones.
Este protocolo, en el que trabajan funcionarios de prisiones, Policía y Guardia Civil, se centra en las personas que están cumpliendo condena por delitos yihadistas y que son susceptibles de convertirse en líderes, personas que no cumplen condena por delitos yihadistas pero están inmersos en procesos de radicalización y personas que fuera de estos grupos son susceptibles de radicalización. Actualmente, 200 personas se encuentran inmersas en alguno de estos tres grupos que forman parte del protocolo.