Centella: El PCE quiere la movilización permanente ante el "acoso" neoliberal

  • El secretario general del PCE, José Luis Centella, quiere impulsar la movilización ciudadana permanente contra el "acoso" social que, según él, está llevando a cabo el Gobierno neoliberal del PP y cree que incluso habría que plantearse medidas como si España debería dejar de pagar su deuda.

Madrid, 17 jun.- El secretario general del PCE, José Luis Centella, quiere impulsar la movilización ciudadana permanente contra el "acoso" social que, según él, está llevando a cabo el Gobierno neoliberal del PP y cree que incluso habría que plantearse medidas como si España debería dejar de pagar su deuda.

"Entendemos que una parte de esa deuda es ilegítima", asegura el líder comunista en una entrevista a Efe, y, por tanto, cuestiona que los españoles tengan que hacer más sacrificios para pagarla, algo que ya, por ejemplo, se planteó hace tres meses en Islandia, donde sus habitantes rechazaron en un referéndum el pago de una deuda bancaria.

Esta es una de las propuestas que se analizará en la conferencia política del PCE, que se celebrará en Madrid el próximo fin de semana, al igual que se estudiará la legislación europea para analizar qué opciones hay ante las imposiciones presupuestarias de Bruselas.

Como estrategia política tiene claro que hay que hacer hincapié en mantener la protesta social "unitaria y constante". En eso cree que consiste ahora la "revolución", en profundizar en la democracia participativa, en la organización ciudadana para ir creando focos de "resistencia" que vayan manteniendo esa movilización continua.

José Luis Centella, también portavoz del grupo parlamentario Izquierda Plural, que tiene once diputados en el Congreso, no quiere ni oír hablar de "centrar" el proyecto ideológico, como algunas voces han sugerido sino más bien "todo lo contrario".

Defiende que el PCE es más que nunca una alternativa al neoliberalismo, que en este momento -asegura Centella- está tratando de reformar el mundo en que vivimos y lo está haciendo sin que la gente sea consciente de ello.

Y para cuando ya lo sea -advierte-, no tendrá ni convenio colectivo, ni sindicatos ni democracia real. "Sólo habrá en pie una estructura vacía de contenido".

En esta ofensiva que propone contra el capitalismo especulativo, el secretario general cree que hay que implicar no solo a la clase proletaria -que da casi por desaparecida- sino también a las capas medias de la sociedad, que ve en riesgo de "empobrecimiento" inminente.

Evita reflejar el modelo político y económico del PCE en modelos como el cubano o venezolano, aunque sí está convencido de que pueden ser experiencias "de las que aprender".

No se trata de conquistar el poder "asaltando el Palacio de Invierno" como se hizo en 1917 ni de "copiar" lo que se ha hecho en Venezuela y Cuba, afirma, pero insiste en que hay lecciones imprescindibles de todos esos procesos: el desafío que han planteado al capitalismo y el "mantenimiento" de derechos básicos, son, para Centella, algunas de ellas.

El PCE es uno de los cuatro partidos políticos integrados en la coalición de Izquierda Unida y uno de los que apostó fuerte por Cayo Lara, el actual coordinador federal, de quien no tienen reproche alguno.

Los comunistas se sienten que forman parte del proyecto que lidera Lara, algo que no sucedió en la anterior etapa, con Gaspar Llamazares al frente, porque, según Centella, nunca entendieron aquello de la "oposición influyente" ni tampoco comulgaban con la estrategia de orbitar en la zona de dominio del PSOE.

"Los socialistas no hacían políticas para que estuviéramos en ese lugar", afirma.

El PCE ha pasado una larga travesía en el desierto, como reconoce Centella, y a punto estuvo de dinamitar sus casi cien años de historia cuando el muro de Berlín se vino abajo.

"El muro se nos cayó encima porque nos faltó alternativa y tuvimos que luchar para volver a existir", dice sin miedo a admitir que el PCE y la izquierda en general no supo ofrecer un modelo diferente de sociedad y se centró en batallas parciales, que fue perdiendo "una a una".

Según cuenta, tuvieron que empeñarse mucho no ya en que el comunismo dejara de ser considerada una opción trasnochada sino simplemente en recuperar la visibilidad que perdieron en 1989 y que les dejó sin su base social.

Ahora, asegura, podrían rescatar ese respaldo si logran recuperar la política "como participación y no como delegación", y son capaces de poner en marcha un proyecto general, dirigido a la mayoría, que es la que hoy está afectada por la "desastrosa" situación económica. Desde luego, en este momento, el viento lo tienen de cara.

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