Cheng Guangcheng, abogado que se rebeló contra su ceguera y la del régimen

  • El abogado ciego Chen Guangcheng, cuya huida del arresto domiciliario que sufría ha puesto a prueba al Gobierno de China y EE.UU, tiene una historia de superación personal y activismo que ha cautivado a muchos dentro y fuera de su país, incluso entre los que ahora lo ven como un enemigo del régimen.

Pekín, 30 abr.- El abogado ciego Chen Guangcheng, cuya huida del arresto domiciliario que sufría ha puesto a prueba al Gobierno de China y EE.UU, tiene una historia de superación personal y activismo que ha cautivado a muchos dentro y fuera de su país, incluso entre los que ahora lo ven como un enemigo del régimen.

Nacido el 12 de noviembre de 1971 en Dongshigu, la misma pequeña localidad de la provincia de Shandong (este) de la que escapó a un estrecho cerco policial el pasado 22 de abril, este hombre que en 2006 fue considerado uno de los 100 más influyentes del mundo por la revista "Time" quedó ciego a los 5 años, debido a unas graves fiebres.

La ceguera, en un país donde la inserción social de los invidentes no es siempre fácil, le privó de ir a la escuela primaria, pero a los 23 años, aún analfabeto, ingresó en un colegio para ciegos en la ciudad de Qingdao, y cuatro años después, en 1998, ya asistía a la Universidad de Medicina de Nankín.

Graduado en 2001, se estableció como masajista terapéutico en un hospital, una ocupación muy frecuente entre los invidentes chinos, pero el inconformista Chen decidió rebelarse contra su destino y empezó a acudir a clases de Derecho.

Pocos años después ya era conocido en su comarca como el "abogado descalzo" (en China el adjetivo se suele usar para gente que asiste a personas humildes, especialmente en el campo), sus vecinos acudían a él en busca de protección legal y así fue como se involucró en la lucha por los derechos sociales.

Su activismo brotó cuando empezó a hacer públicas las denuncias de vecinos en Linyi, su comarca, sobre abortos y esterilizaciones forzosas -e ilegales- contra 7.000 mujeres que no cumplieron la "política del hijo único", creada en China a finales de los 70 para frenar su superpoblación.

En 2005, cuando los medios chinos, incluidos los oficiales, elogiaban su labor y su defensa de los débiles ante las injusticias, fue detenido y acusado de "destrucción de propiedad" y "asamblea con posterior disturbio del tráfico", cargos que le costaron una pena de cuatro años y tres meses de prisión.

Durante su cautiverio, criticado por Amnistía Internacional y otras organizaciones pro derechos humanos, a Chen se le otorgó, desde Filipinas, el premio Ramón Magsaysay, el "Nobel Asiático", por su "irreprimible pasión por la justicia a la hora de liderar a los ciudadanos chinos en la defensa de sus derechos legítimos".

Chen finalizó su pena de prisión en septiembre de 2010, pero, como suele pasar con los disidentes chinos que han ganado fama internacional, su privación de derechos continuó e incluso empeoró al salir de la cárcel, ya que tanto él como su familia fueron sometidos a arresto domiciliario desde entonces hasta la actualidad.

Alrededor de su casa, un centenar de policías y un muro -el que tuvo que saltar en su huida- impedían a Chen y su familia una vida normal.

A su hija se la llegó a impedir ir a la escuela durante una temporada, según denunció el propio abogado en un vídeo en el que documentaba su cautiverio, difundido por internet.

Las duras condiciones del arresto domiciliario llevaron a muchos activistas, periodistas de medios internacionales e incluso personajes mediáticos como el actor hollywoodiense Christian Bale a intentar visitar a Chen para darle su apoyo: la policía los repelió a todos con amenazas, cuando no con empujones o pedradas.

La fuga de Chen no fue menos hollywoodiense: aprovechando la noche saltó el muro que rodea su casa, cruzó un río y deambuló 20 horas, cayendo "200 veces", según su amigo el también perseguido disidente Hu Jia, hasta que finalmente fue recogido por un automóvil de una amiga, He Peirong, quien le llevó a Pekín en tres días de viaje por carretera.

Peirong fue detenida y se desconoce su paradero.

En Pekín, Chen, según la organización China Aid, se puso bajo "protección estadounidense", si bien la embajada de EE.UU. ha declinado por ahora, hacer ningún comentario.

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