China acoge cumbre de líderes asiáticos en momento de alta tensión regional

  • China acogerá desde mañana, en un momento de crecientes tensiones en Asia, la IV Cumbre de la CICA, un foro para la resolución de disputas entre países del continente al que asistirán, entre otros, el presidente ruso, Vladímir Putin, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

José Álvarez Díaz

Shanghái (China), 19 may.- China acogerá desde mañana, en un momento de crecientes tensiones en Asia, la IV Cumbre de la CICA, un foro para la resolución de disputas entre países del continente al que asistirán, entre otros, el presidente ruso, Vladímir Putin, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

La Conferencia para las Medidas de Interacción y Construcción de la Confianza en Asia (CICA) es un foro para la cooperación y la resolución de disputas entre países asiáticos al que China quiere dar mayor importancia ahora que asume su presidencia hasta 2016.

En el foro, que se celebrará los días 20 y 21 de mayo, participarán también el presidente iraní, Hasan Rohani, y el de Afganistán, Hamid Karzai, entre una veintena de líderes de Asia.

La CICA fue creada por iniciativa del presidente kazajo Nursultán Nazarbayev en 1992, para facilitar la estabilidad y la cooperación pacífica entre las naciones asiáticas, en un momento en que las antiguas repúblicas soviéticas daban sus primeros pasos de independencia.

El organismo, con 24 países miembros y nueve observadores, que van desde Ucrania a Japón, pasando por los EEUU, el único no euroasiático presente en el foro, hasta ahora sólo había estado presidido por Kazajistán (2002-2010) y Turquía (2010-2014).

"La idea de la CICA es que la paz y la estabilidad son necesarias para el desarrollo económico, y en Asia eso es exactamente lo que no hay: mecanismos que permitan evitar cualquier tipo de escalada, lo que es especialmente importante en un momento con tantas tensiones", explicó a Efe el especialista en China y Asia Central David Gosset.

Para Gosset, director del foro de especialistas conocido como Academia Sinica Europaea e investigador de la Escuela Internacional de Negocios China-Europa de Shanghái (CEIBS), es especialmente oportuno el momento en que coincide la cumbre.

"Aún no existe un mecanismo en Asia para fomentar la confianza y prevenir las disputas, y en un momento en el que hay un recrudecimiento de las tensiones, desde Ucrania hasta Japón, y alrededor de China, parece muy útil discutir, que haya declaraciones comunes y se creen foros para evitar cualquier escalda", insistió.

En efecto, la nueva cumbre cuatrienal coincide con las tensiones entre Ucrania y Rusia y con las que recientemente se han intensificado entre China y países vecinos como Japón (por las islas Diaoyu), Vietnam (por las Paracel), Filipinas (por las Spratly) e incluso India.

El recién elegido nuevo presidente indio, Narendra Modi, que aún no ha tomado posesión de su cargo, calificó durante las elecciones a China de potencia expansionista, lo que probablemente "complicará el gran juego asiático, y será sin duda discutido en los pasillos de Shanghái", opinó el experto.

A la oportunidad del momento se suma el vuelco que Rusia y China planean darle a su relación estratégica durante la cumbre, ya que se espera que Putin y Xi firmen nuevos acuerdos económicos, mientras buques militares de ambos países realizarán, entre los días 20 y 26, maniobras militares conjuntas en el Mar de la China Oriental.

El Kremlin dijo la semana pasada que esta visita de Putin marcará "una nueva etapa en la asociación a todos los niveles y en la cooperación estratégica" de Rusia con China, lo que quedará patente también con los 14 buques militares, dos submarinos, nueve aviones de ala fija y los helicópteros y fuerzas especiales que desplegarán.

Los ejercicios se realizarán poco después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, mostrara a finales de abril su apoyo a Japón, al confirmar que considera que las islas Diaoyu (Senkaku en japonés), que Tokio y Pekín se disputan, en esa zona, están dentro del Tratado de Cooperación Mutua y Seguridad EEUU-Japón de 1960.

Obama confirmó así que, en caso de que China tomase por la fuerza las islas disputadas, EEUU estaría comprometida a ayudar a Japón, que las ha administrado de facto desde la Segunda Guerra Mundial, a defenderlas militarmente.

"Creo que Xi utilizará la CICA para hablar una y otra vez del renacimiento pacífico de China y de la importancia de la 'nueva ruta de la seda', de una Eurasia cooperativa", con una China que "no busca el liderazgo" sino un equilibrio internacional, concluyó Gosset.

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