Manama, 26 ene.- Agentes de los servicios de seguridad de Baréin y vecinos de la población de Duraz, al norte de Manama, la capital, protagonizaron violentos enfrentamientos, tras el funeral hoy de un joven muerto por disparos de la policía.
La víctima, Fadel Abás Muslim de 19 años de edad, fue disparado por los agentes el pasado 8 de enero en el curso de una operación policial y falleció anoche en el Hospital Militar.
Durante los enfrentamientos de hoy los manifestantes lanzaron cócteles molotov y piedras contra decenas de vehículos blindados de la policía, que respondió con gases lacrimógenos y disparos de perdigones.
Miles de personas marcharon en Duraz durante el funeral mientras gritaban consignas como "Abajo, abajo Hamad", en referencia al monarca bareiní, Hamad bin Isa al Jalifa, y "El pueblo quiere derrocar al régimen".
El cadáver de Muslim, que murió como consecuencia de sus lesiones, fue entregado a su familia para que lo enterrase al cabo de dieciocho días después de que registrarse el incidente, ocurrido en la población septentrional de Marj.
Las fuerzas gubernamentales impidieron a sus familiares visitarlo y no les ofrecieron información sobre su paradero hasta el pasado 16 de enero, denunciaron a Efe familiares del joven.
La policía había indicado en un comunicado que el joven muerto, y el que le acompañaba, estaban acusados por su supuesta vinculación con un grupo de contrabando de armas y explosivos, y que habían sido heridos cuando intentaban escapar tras arrollar a policías.
Activistas de derechos humanos han identificado al segundo herido como Sadeq Yafar al Asafur, de 17 años, aunque han apuntado que un tercero, Ali Abdul Amir, fue también detenido en el incidente.
Los familiares de Al Asfur dijeron a Efe que se comunicaron recientemente con su hijo y, según su versión, la policía abrió el fuego contra el joven cuando intentó huir.
El principal grupo de la oposición, Al Wefaq, denunció la desaparición de los jóvenes ante el Comité Internacional de la Cruz Roja por la ausencia de noticias sobre ellos.
En un comunicado, Al Wefaq señaló que se trata de "un crimen que revela las agresiones que comete el régimen contra aquellos ciudadanos que reivindican libertad, dignidad y democracia".
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