Cientos de personas despiden a los guardias revolucionarios muertos en el atentado

  • Teherán.- Cientos de Guardias Revolucionarios y milicianos islámicos "Basij" despidieron hoy a los quince miembros del cuerpo de elite del Ejército iraní muertos el domingo en un atentado suicida cerca de la frontera con Afganistán, en el que también perecieron otras 27 personas.

El Gobierno iraní confirma que quince guardias revolucionarios murieron en el atentado
El Gobierno iraní confirma que quince guardias revolucionarios murieron en el atentado

Teherán.- Cientos de Guardias Revolucionarios y milicianos islámicos "Basij" despidieron hoy a los quince miembros del cuerpo de elite del Ejército iraní muertos el domingo en un atentado suicida cerca de la frontera con Afganistán, en el que también perecieron otras 27 personas.

Envueltos en banderas de Irán, los féretros desfilaron en una base de Teherán entre una multitud que sostenía retratos del líder supremo de la Revolución iraní, ayatolá Ali Jameneí, y prometía derramar su sangre de mártires para defenderlo.

En lugar destacado, los ataúdes del general Nur Ali Shushtari, subcomandante de la división de Tierra de la Guardia Revolucionaria, y de Raja Ali Mohamadzadeh, jefe del citado cuerpo en la conflictiva región de Sistán Baluchistán, ambos muertos en el ataque, informó la televisión estatal.

Desde el estrado, el general Qasem Soleimani, jefe de la Unidad Jerusalén de la Guardia Revolucionaria, volvió a acusar a las enemigos extranjeros del ataque y subrayó que solo han conseguido que el cuerpo esté más comprometido con su misión.

El atentado, el más sangriento sufrido en Irán en los últimos veinte años, ha supuesto un golpe tanto para el régimen como para el propio cuerpo de elite, que el pasado marzo asumió el control de la inestable frontera con Afganistán y Pakistán.

La autoría fue asumida por el grupo extremista suní "Yundulah" (Ejército de Alá), al que se vincula tanto con la red terrorista internacional Al Qaeda como con el movimiento radical afgano "Talibán".

Irán, sin embargo, dice tener pruebas de la implicación de los servicios secretos extranjeros, y ha acusado tanto a Pakistán como a Estados Unidos y el Reino Unido.

"La muerte del comandante Shushtari añade una nueva página negra en el libro de cuentas de Estados Unidos e Israel", afirmó hoy el jefe del Estado Mayor del Ejército iraní, general Hasan Firouzabadi, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias local Irna.

Irán ya ha acusado en el pasado a Islamabad de dar refugio a Yundulah y a otros grupos extremistas suníes, y a Washington y a Londres de finaciarlos, alegaciones que los tres estados niegan de plano.

En este sentido, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manoucher Mottaki incrementó hoy la presión contra Pakistán, país al que exigió la entrega de los culpables y en particular la del líder de Yundulah, Abdel Malik Rigi.

El fiscal general de la ciudad oriental iraní de Zahedan, Mohamad Marzieh, reveló hoy que las fuerzas de Seguridad han capturado a tres hombres por su supuesta participación en el atentado.

En declaraciones a la agencia de noticias local Fars, Marzieh explicó que los tres sospechosos fueron arrestados en una ciudad del sur de Irán y que se investiga su supuesta colaboración en la masacre.

El fiscal indicó, asimismo, que ya se conoce la identidad del suicida, que es "un ciudadano iraní", pero rechazó revelar su nombre "por cuestiones de seguridad".

Mostrar comentarios