Poco ha durado la coalición Ciudadanos-Valls. La Comisión Permanente naranja acaba de decidir que rompe con el político francés en el Ayuntamiento de Barcelona. La formación liderada por Albert Rivera tendrá, por tanto, grupo propio en el consistorio de la ciudad condal. La decisión llega después de que el pasado domingo Valls y otros dos concejales votaran a favor de Ada Colau para que pudiera ser alcaldesa.
Inés Arrimadas ha explicado que los tres concejales de Cs seguirán por su cuenta y tendrán "voz propia" durante el resto de legislatura. Así, tanto Valls como el exministro de Trabajo Celestino Corbacho y la exsenadora de Unió Eva Parera formarán grupo propio. Y los otros tres representantes de Cs, Mari Luz Guilarte, Paco Sierra y Marilén Barceló, irán por libre como cargos electos de Cs.
📡 @InesArrimadas "Hemos decidido que nuestros tres concejales de Barcelona formarán un grupo propio distinto al de Manuel Valls" #ActualidadCs
— Ciudadanos 🇪🇸🇪🇺 (@CiudadanosCs) June 17, 2019
🛑 Dijimos que votar a la señora Colau no era lo correcto: ya ha entregado la alcaldía al separatismo. pic.twitter.com/ASGJ6rN1xx
Hay que recordar que el mandato que salió de la Ejecutiva de Cs el día después de las elecciones municipales fue el siguiente: "Si hubiera que impedir que haya un alcalde independentista [Ernest Maragall] o populista [Ada Colau] los concejales de Ciudadanos negociarían con un candidato que no sea ni independentista ni populista. A pesar de las diferencias que hay con la candidatura socialista, la opción que reúne esas condiciones es Collboni".
El exprimer ministro francés, en cambio, decidió dar su apoyo "sin condiciones" a Ada Colau para impedir que Maragall fuera elegido alcalde. Incluso, durante la composición del ayuntamiento barcelonés llegó a levantarse para aplaudir a la candidata de Barcelona en Comù.
La vía Valls, la favorita para los empresarios
La decisión que tomó Valls era la preferida por buena parte del empresariado catalán. Su deseo era claro: "Si por nosotros fuera lo ideal es que el alcalde fuera Collboni". Pero también eran conscientes de que el socialista tenía imposible gobernar durante los próximos cuatro años en la ciudad. Por eso decidieron que Colau era el 'mal menor' para ellos.
El gran problema que tienen a corto plazo es que con la líder de En Comú Podem la relación del empresariado catalán es muy mala. Colau no trata con la gran empresa y con Foment del Treball la situación no es ni mucho menos mejor. De hecho, la entonces candidata alcaldesa fue la única candidata que no acudió a los diferentes desayunos que organizó la Junta Directiva de la patronal catalana con los candidatos del pasado 26-M. Colau, por tanto, no tiene nexos de unión con unos empresarios que quieren hacer ver a los políticos sus preferencias.
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