Comercios de Tel Aviv desafían advertencias de cierre en jornada sabática

  • Las principales tiendas que operan en Tel Aviv los viernes y sábados, desafiaron durante la jornada sabática hebrea las amenazas del ministro israelí del Interior de no permitir que continúe esa situación y permanecieron abiertas.

Jerusalén, 6 jul.- Las principales tiendas que operan en Tel Aviv los viernes y sábados, desafiaron durante la jornada sabática hebrea las amenazas del ministro israelí del Interior de no permitir que continúe esa situación y permanecieron abiertas.

Así, las principales cadenas de tiendas de 24 horas, a las que se sumaron buena parte de los quioscos y comercios minoristas continuaron trabajando como de costumbre durante el fin de semana hebreo, y de acuerdo a medios locales, al menos el 10 % fueron multados por mantener la actividad, considerada ilegal durante el "shabat", la jornada de descanso sabático.

El titular del Interior, Guideon Saar, advirtió a principios de semana que no toleraría que los supermercados y comercios similares abrieran sus puertas durante la jornada sagrada del judaísmo, lo que desató un agrio debate en el país entre los sectores liberales y seculares que consideran la medida una coerción religiosa.

En un dictamen, el ministro rechazó que siguiera adelante el actual statu quo que rige en Tel Aviv -y otras ciudades del país- que permite a los comerciantes continuar con la actividad desde la tarde del viernes y durante toda la jornada del sábado.

Saar consideró que las actuales ordenanzas municipales, que de alguna manera circunvalan la legislación general, "dañan de forma desproporcionada el valor del Shabat como día general de descanso en Israel".

Con todo, aseguró que haría algunas excepciones con tres lugares turísticos importantes de la ciudad costera, así como estaciones de servicio en gasolineras.

El alcalde de Tel Aviv, Ron Huldaí, consideró que la decisión del ministro del Interior devolvía a la urbe décadas atrás en el tiempo, y amenazó con acudir al Tribunal Supremo de Justicia para revisar el caso.

Las principales cadenas de establecimientos que abren durante la jornada sabática declararon que iban a desafiar las advertencias y que adoptarían acciones legales para luchar contra la medida.

Las tiendas cierran en la mayor parte de las ciudades de Israel porque la ley religiosa judía prohíbe el trabajo en sábado, si bien Tel Aviv es conocida por su carácter cosmopolita, abierto y comercial, y en ella se calcula que más de 300 establecimientos permanecen abiertos en "shabat", según el Ministerio del Interior.

Pese que se supone que las tiendas deben cerrar, el Ayuntamiento suele hacer la vista gorda, aunque en ocasiones los inspectores multan a los comerciantes a pagar unos 750 shékels (157 euros).

Este sistema, advierten los comercios minoristas, otorga una ventaja competitiva a las grandes cadenas, que suelen amortizar rápidamente el desembolso de las multas.

El Supremo israelí dictaminó que este procedimiento no garantiza el cumplimiento de la ley de forma adecuada, y que si los empresarios desean abrir en sábado deberían hacerlo a través de una legislación explícita y no sorteando la actual ordenanza municipal.

Tel Aviv es considerada por los israelíes como un bastión de la cultura secular en el país, en contraposición con ciudades como Jerusalén.

Numerosos empleados han participado en una campaña por la que lucen camisetas y han empapelado los comercios en contra del cierre sabático, medida que ha sido calificada por el propio ministro de Finanzas, Yair Lapid, como "un error".

Por otra parte, los empresarios se quejan que se les impida vender cuando cafeterías y restaurantes pueden operar libremente.

Medios israelíes han sugerido que la decisión de Saar podría responder a su intención de ganarse el favor de la comunidad ultraortodoxa judía, con un peso específico en la política israelí, de cara a una eventual puja por suceder al actual primer ministro, Benjamín Netanyahu, y jefe de su partido, el conservador Likud.

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