Cómo distinguir el voto útil del voto serio y del voto tonto

    • La democracia no sólo existe para resolver un problema de gestión. Existe para articular una forma de convivencia.
    • Cuando se priva del voto a las opciones minoritarias que nos convencen más, impedimos que el sistema pueda perfeccionarse.
Repetir las elecciones generales costaría más de 160 millones de euros
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Nadie duda en España de que Madrid o Barça ganarán la mayoría de las ligas de fútbol futuras, como ha sucedido en las pasadas. Ni que Mariano Rajoy y Pedro Sánchez obtendrán más votos que Alberto Garzón o Andrés Herzog. Pero a nadie se le ocurre reducir el fútbol a cosa de dos o jugarse la presidencia a piedra papel o tijera.

La democracia no sólo existe para resolver un problema de gestión. Existe para articular una forma de convivencia. Implica, sobre todo, comunicación, debate, discusión, intercambio de ideas. El diálogo y el contraste de pareceres sirve para perfeccionar el sistema.

Por esto creo que el mal llamado 'voto útil', que descarta opciones pequeñas que nos gustan más para reforzar las grandes que nos gustan menos, no es un voto serio ni responsable.No todos son iguales

Tampoco me parece seria la actitud de quien se abstiene "porque todos los políticos son iguales". Si entre las decenas de papeletas que reposan en las mesas de los colegios electorales un ciudadano no encuentra un solo partido que le convenza, perdónenme que les diga, pero el problema no lo tiene el sistema. El problema es la actitud infantil del ciudadano.

Sé que me estoy echando piedras en el propio tejado, porque la abstención suele ser la opción favorita de los votantes. Es muy probable que también lo pueda ser de la mayoría de mis lectores. Pero debo predicar con el ejemplo ¿no creen?

Afortunadamente, en España existen muchas fuerzas políticas. Existe incluso un partido para quien desea votar en blanco de manera eficaz. Esto es, un partido que se compromete a no ocupar los escaños para que queden vacíos, como expresión del descontento de sus votantes. ¿Alguien ofrece más facilidades?

Respeto la posición de aquel que razona del siguiente modo: "Mi partido no ha cumplido todo lo que prometió, pero ha hecho otras cosas positivas que han ganado mi confianza y mi voto".

Respeto mucho menos a quienes despotrican contra los partidos dominantes en una circunscripción y luego votan por ellos porque… "¿qué otra opción tenemos?" o porque "no quiero tirar mi voto" o por el no menos conocido "no quiero que ganen los otros".

Bajo estas excusas, se legitima la corrupción, la mentira y el fraude. Cuando alguien te engaña por primera vez, eres una víctima. Cuando contribuyes libremente con tu voto a que te engañe por segunda vez quien ya lo hizo una primera, te conviertes en un cómplice o, algo peor, en un tonto.

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