Condenado a 18 años de cárcel por asesinar a su exjefe en Almuñécar (Granada)

  • La Audiencia de Granada ha condenado a 18 años de cárcel por un delito de asesinato a un hombre de 61 años y nacionalidad alemana acusado de matar en Almuñécar (Granada) a su exjefe, de 86 años y nacionalidad belga, al que golpeo con una barra de hierro tras mantener una discusión con él.

Granada, 15 feb.- La Audiencia de Granada ha condenado a 18 años de cárcel por un delito de asesinato a un hombre de 61 años y nacionalidad alemana acusado de matar en Almuñécar (Granada) a su exjefe, de 86 años y nacionalidad belga, al que golpeo con una barra de hierro tras mantener una discusión con él.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, condena igualmente al acusado, G.V.Z., a la inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y a que indemnice con 90.000 euros a la viuda.

Según consta en el fallo, adoptado tras la decisión de un jurado popular de declararle culpable de un delito de asesinato, el acusado, que carecía de medios económicos, llevaba cuatro años viviendo en la autocaravana instalada en el jardín de la vivienda de la víctima, para el que había trabajado durante 16 años.

No obstante, desde hacía algún tiempo las relaciones entre ambos se habían deteriorado, hasta el punto de que el matrimonio denunció al acusado por amenazas, motivo por el que fue juzgado y condenado a no acercarse al domicilio de la pareja durante seis meses, según la sentencia, contra la que cabe recurso de apelación.

Aunque ese fallo no había sido aún notificado al acusado, la víctima llevaba varios días apremiándole "insistentemente" a que se marchara de su casa, hasta que un día en el que volvieron a discutir por este motivo, el presunto autor de los hechos cogió una barra de hierro con la que golpeó a su exjefe, que estaba de espaldas.

La víctima, que "no pudo preverlo ni reaccionar para evitarlo", sufrió un primer golpe en la cabeza que le hizo tambalearse y con posterioridad muchos más hasta que cayó al suelo, donde el acusado continuó agrediéndole sin que le detuvieran ni la presencia de la esposa ni de un carpintero que se encontraba ese día en la casa.

Una vez cesó, se dirigió a la autocaravana, se puso ropa limpia y permaneció en el lugar sin tratar de huir, a la espera de que llegase la Guardia Civil, que ya había sido avisada.

Poco después se personaron los servicios sanitarios y trasladaron a la víctima a un hospital, donde no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

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