Condenado a 25 años de cárcel por asesinar a su exnovia de 82 puñaladas


La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 25 años de cárcel a Sergio González Moreno, el hombre que asesinó a su expareja en una casa de Brunete (Madrid) en enero de 2010 asestándole un total de 82 puñaladas.
La Sección Vigésimo Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid, en virtud del veredicto pronunciado por el Tribunal del Jurado, ha encontrado a González Moreno culpable de un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Servimedia, el magistrado Leopoldo Puente Segura explica que ha decidido imponer a González Moreno la máxima pena prevista para los delitos de asesinato al valorar, entre otros aspectos, que en el momento de los hechos era consciente de que la víctima “era madre de dos niñas”.
Los hechos tuvieron lugar en la mañana del 21 de enero de 2010, cuando González Moreno acudió a la vivienda en Brunete (Madrid) de su exnovia, con la que acababa de romper.
Una vez en el interior, y aprovechando que la mujer se encontraba sola, González Moreno le atacó “de forma inesperada y sorpresiva” con hasta cuatro armas blancas, entre cuchillos y navajas.
La víctima logró salir de la casa para pedir socorro, pero volvió a ser introducida en la vivienda por su agresor. González Moreno asestó un total de 82 puñaladas a su expareja, quien falleció a consecuencia de las heridas.
Los vecinos escucharon los gritos de auxilio y alertaron a los agentes de la Guardia Civil, quienes se personaron en el domicilio y encontraron al agresor tumbado en un sofá y “con la mirada perdida”.
CONSUMO DE COCAÍNA
El magistrado Puente Segura considera que, a pesar de haber consumido cocaína, el condenado era “plenamente consciente de la realidad en la que se hallaba y de que estaba dando muerte” a la víctima. Tampoco considera que le afectase el trastorno de la personalidad que padece, con intolerancia a la frustración e indiferencia afectiva.
Los médicos forenses determinaron que el trastorno de personalidad que sufre el condenado “en modo alguno le impiden conocer la ilicitud de las conductas que pudiera realizar”.
En el caso ejercieron la acusación particular tanto las dos hijas como los padres de la fallecida. La Federación Nacional de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas ha actuado como acusación popular.
Además de los 25 años de cárcel, la Audiencia Provincial ha impuesto a González Moreno la prohibición de aproximarse o comunicarse con las hijas y los padres de la víctima por un periodo de 30 años. El asesino deberá además pagar en concepto de indemnización 300.000 euros a las dos hijas, 30.000 euros a los padres y 12.000 euros al padre de las niñas.

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