Condenan a cadena perpetua a Alfredo Astiz, el 'ángel de la muerte' de la dictadura argentina

  • Argentina da un paso de gigante en los procesos contra los represores de la dictadura militar (1976-1983) con las condenas a cadena perpetua impuestas, entre otros, a Alfredo Astiz, en la histórica megacausa por crímenes de lesa humanidad cometidos en la ESMA, la mayor cárcel clandestina del régimen.

Pese a que admitió haber sido 'entrenado para matar', el exmarino Alfredo Astiz, condenado hoy a prisión perpetua por crímenes cometidos durante la dictadura, se rindió sin disparar un solo tiro durante la guerra que libraron Argentina y el Reino Unido por las islas Malvinas en 1982.

La misma sangre fría había tenido en 1977 para, con el falso nombre de Gustavo Niño, infiltrarse entre las Madres de Plaza de Mayo que comenzaban a organizarse para buscar a sus hijos desaparecidos, simulando ser el hermano de uno de ellos.

Condena histórica a los represores de la dictadura argentina

Alfredo Astiz, conocido como el 'ángel de la muerte', y otros 11 represores de la dictadura que gobernó el país entre 1976 y 1983 fueron condenados a prisión perpetua el miércoles por violaciones de los derechos humanos durante ese período.

Otros cuatro acusados recibieron la pena de entre 18 y 25 años de prisión, en el marco del proceso a la Escuela de Mecánica de la Armada, el más importante centro clandestino de detención del país, donde unas 5.000 personas fueron torturadas durante la represión ilegal.

'Es un día histórico que no pensábamos que íbamos a poder compartir por cuestiones de edad', dijo a una canal de televisión Tati Almeyda, integrante de la agrupación de derechos humanos Madres de Plaza de Mayo. El proceso, que comenzó hace 22 meses, es conocido como 'megajuicio', porque agrupa decenas de causas por violaciones a los derechos humanos.

En las afueras del tribunal, en la ciudad de Buenos Aires, cientos de personas festejaron las sentencias y entonaron canciones contra los represores. 'Olé olé, olé olá, como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar', cantaban los manifestantes.

Astiz, un capitán de fragata juzgado entre otros casos por la desaparición de las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domond, además del periodista argentino Rodolfo Walsh, actualmente está detenido por diversos delitos de lesa humanidad cometidos en la ESMA, el mayor centro de detención del régimen militar.

Punto a favor de los Kirchner

Los juicios contra los represores del último gobierno militar fueron promovidos por el ex presidente Néstor Kirchner y por su esposa Cristina Fernández, la actual mandataria, que impulsaron la supresión de las leyes de amnistía que beneficiaban a militares y policías.

Precisamente hoy Argentina conmemora el primer aniversario de la muerte de Néstor, más vivo que nunca con este logro y el legado que ha dejado en la mayoría absoluta que acaba de conseguir su viuda en las elecciones presidenciales.

'Es muy emocionante porque lo hemos construido desde la lucha de muchas organizaciones de derechos humanos y también por una decisión del presidente Néstor Kirchner', dijo emocionada a la prensa una de las manifestantes, de unos 60 años.

Justicia con la historia

La cúpula militar que encabezó la dictadura fue condenada en la década de 1980, pero luego fue indultada, y volvió a ser juzgada en los últimos años.

En una entrevista de 1998, Astiz defendió los crímenes que se cometieron durante la dictadura bajo el argumento de que era la única manera de combatir la subversión de izquierda. Las fuerzas de seguridad fueron acusadas de secuestrar y torturar a opositores para luego asesinarlos, con el supuesto fin de desarticular a las guerrillas de izquierda.

Según datos oficiales confirmados, más de 11.000 personas fueron asesinadas por la dictadura, aunque varios organismos de derechos humanos sitúan la cifra en cerca de 30.000.

Agencias
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