Congreso de EEUU regresa al trabajo con el presupuesto y el EI en la agenda

  • El Congreso de Estados Unidos reanuda este lunes su actividad legislativa, tras cinco semanas de receso estival, con una agenda marcada por la irrupción del grupo yihadista Estado Islámico (EI) como nueva amenaza global y la urgencia de aprobar el presupuesto para el año fiscal que comienza en octubre.

Raquel Godos

Washington, 7 sep.- El Congreso de Estados Unidos reanuda este lunes su actividad legislativa, tras cinco semanas de receso estival, con una agenda marcada por la irrupción del grupo yihadista Estado Islámico (EI) como nueva amenaza global y la urgencia de aprobar el presupuesto para el año fiscal que comienza en octubre.

Los legisladores trabajarán a contrarreloj durante apenas tres semanas antes del parón que harán el mes siguiente con motivo de la campaña para los comicios legislativos de noviembre, en los que se renovarán por completo la Cámara de Representantes y dos tercios del Senado.

Algunos republicanos han amenazado con utilizar la legislación presupuestaria para presionar a la Administración Obama en ciertas políticas a las que se oponen de manera radical, como la extensión de la Acción Diferida o DACA, por la que la cientos de miles de jóvenes inmigrantes han evitado la deportación en los últimos dos años.

El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ya insinuó recientemente que los conservadores deberían utilizar esta táctica para frenar la agenda del presidente Barack Obama, aunque eso supusiera caer en el cierre parcial del Gobierno, como ocurrió el año pasado cuando supeditaron la aprobación de los fondos a la eliminación de la reforma sanitaria.

Pero la Casa Blanca anunció este fin de semana que Obama no tomará medidas ejecutivas sobre la reforma migratoria hasta después de las elecciones legislativas "debido a la extrema politización de este asunto".

El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, reveló que en los próximos días mantendrán diversas reuniones y sesiones informativas con miembros de la Administración para que el Gobierno les ilustre sobre el EI.

El martes, el propio Obama recibirá en la Casa Blanca a los líderes demócratas y republicanos en el Congreso para exponerles los "planes detallados" para acabar con la amenaza yihadista y que se dispone a anunciar a la nación al día siguiente.

El senador demócrata por Florida Bill Nelson ya anunció que planea presentar la legislación necesaria para dotar a Obama con la autoridad necesaria para proceder con ataques aéreos contra el EI en Siria como está ya haciendo en el norte de Irak.

Las acciones militares sobre suelo sirio para atajar a los yihadistas pueden ser uno de los pocos puntos en común entre ambos partidos, como demuestra la propuesta del representante republicano por Virginia Frank Wolf, destinada a ampliar el poder de Obama para usar la fuerza militar contra terroristas internacionales.

Obama aseguró hoy en la cadena de televisión NBC que el próximo miércoles anunciará al país sus planes para "enfrentar la amenaza de EI" y finalmente "derrotar" a los yihadistas, después de que la semana pasada fuera duramente criticado por haber admitido "no tener aún una estrategia" definida contra el fortalecimiento del Estado Islámico en Siria.

Desde entonces, Obama se ha esforzado en la construcción de una coalición internacional destinada a ello en la cumbre de la OTAN en Gales (Reino Unido) y las reuniones paralelas que tuvieron lugar.

Más allá de la aprobación de los presupuestos y la cuestión del avance del terrorismo islamista, ambos partidos han dibujado un plan de trabajo con la mirada puesta en la pugna electoral que tendrá lugar el 4 de noviembre.

Los conservadores también prevén aprobar una resolución de condena al Gobierno de Obama por no notificar al Congreso sobre el intercambio del sargento del Ejército Bowe Bergdahl por cinco talibanes presos en Guantánamo, así como una medida que permitiría mantener antiguos seguros sanitarios pese a la reforma de salud.

Por su parte, el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, ha fijado votos sobre todos los proyectos de ley de asignaciones, y planea introducir una enmienda constitucional sobre la financiación de las campañas políticas, cuyas recaudaciones son casi ilimitadas tras una sentencia del Supremo.

Si hay tiempo, Reid indicó también que tiene intención de volver a considerar la legislación sobre el salario mínimo, los préstamos estudiantiles y el acceso de las mujeres a los anticonceptivos.

Como la lucha contra el alivio de las deportaciones y la campaña contra la ley de salud para los republicanos, para los demócratas estas cuestiones son claves de cara a las legislativas, ya que marcan la diferencia ideológica respecto a los conservadores, que llevan mucho tiempo negándose a una subida de los salarios o a suavizar las condiciones de los créditos para los estudiantes.

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