Constitución hondureña cumplió 30 años entre violaciones y un golpe de Estado

  • La Constitución de Honduras cumplió hoy 30 años de vigencia entre violaciones por los mismos políticos que la redactaron y el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al entonces presidente, Manuel Zelaya.

Tegucigalpa, 20 ene.- La Constitución de Honduras cumplió hoy 30 años de vigencia entre violaciones por los mismos políticos que la redactaron y el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 al entonces presidente, Manuel Zelaya.

El exdiputado Raúl Pineda, quien además ha sido asesor del parlamento hondureño, dijo a los periodistas que, con todas sus imperfecciones, la Constitución "ha cumplido" y es "la primera que alcanza 30 años" de manera ininterrumpida en la vida política del país centroamericano.

Honduras retornó a la democracia en 1980, cuando se convocó a una Asamblea Nacional Constituyente que redactó la actual Carta Magna y llamó a elecciones generales a los hondureños para el último domingo de noviembre de 1981, tras casi dos décadas de regímenes militares.

Las elecciones de 1981 las ganó Roberto Suazo Córdova, un médico de provincia liberal que intentó violentar la Constitución en octubre de 1985, lo que fue abortado por los mismos diputados, en su mayoría del entonces opositor Partido Nacional, y la intervención del entonces jefe de las Fuerzas Armadas, Walter López.

En tres décadas la Carta Magna hondureña, que no permite la reelección presidencial, bajo ninguna modalidad, ha sido reformada en muchos de sus artículos y violentada en infinidad de veces.

Un exdiputado, Rodrigo Castillo, ya fallecido, en una ocasión llegó a decir que la Constitución había que violarla cuantas veces fuera necesario, si era por algo de interés nacional.

Una de las violaciones más recientes de la Constitución hondureña fue en junio de 2009 cuando el golpe de Estado a Manuel Zelaya, quien fue sacado a la fuerza del poder y del país.

Zelaya fue derrocado y enviado en un avión a Costa Rica cuando promovía una consulta popular para reformar la Constitución, pese a tener impedimentos legales.

El exgobernante, que en mayo de 2011 regresó al país con algunos de los que fueron sus ministros, ahora promueve una Constituyente a través del movimiento Libertad y Refundación (Libre), surgido del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), que nació tras el golpe de Estado exigiendo el retorno de Zelaya.

Zelaya, quien con la actual Constitución no puede volver a ser presidente, es coordinador general del FNRP, del que han surgido una media docena de movimientos internos que pujan por convertirse en partidos políticos.

Libre espera participar en las elecciones generales de noviembre de 2013.

Hasta ahora los cinco partidos legalmente constituidos son los tradicionales Nacional, en el poder, y Liberal, que llevó a la Presidencia a Zelaya en 2006; Democracia Cristiana, Unificación Democrática (de izquierda) e Innovación y Unidad-Social Demócrata.

Algunos políticos conservadores, en su mayoría de los partidos Nacional y Liberal, consideran que Honduras no necesita una nueva Constitución porque la que está en vigor puede ser reformada en más de un 90 por ciento.

De los ocho gobernantes que ha tenido el país desde 1982, dos ya fallecieron, Jose Azcona (liberal 1986-1990) y Carlos Roberto Reina (1994-1998).

Los otros presidentes que ha tenido Honduras en su vida democrática son Rafael Callejas (nacionalista 1990-1994), Carlos Flores (liberal 1998-2002), Ricardo Maduro (nacionalista 2002-2006) y el actual, Porfirio Lobo (nacionalista), quien entregará el poder el 27 de enero de 2014.

Los tres militares que gobernaron Honduras desde 1972, cuando fue derrocado el último presidente, Ramón Ernesto Cruz, nacionalista, ya fallecieron.

Ellos fueron los generales Oswaldo López, Juan Alberto Melgar y Policarpo Paz, este último nombrado, además, presidente provisional (de transición) entre 1980 y 1981.

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