Fomento contrata a 89 controladores tras una década con una plantilla congelada

  • La torre de control de El Prat y el centro de control de Barcelona son los más beneficiados con esta nueva remesa de contratos.
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Enaire fichará antes de final de año a un total de 89 nuevos controladores aéreos para las torres y centros de control españoles, tal y como ha afirmado el Gobierno al responder a una pregunta parlamentaria de Miguel Ángel Heredia Díaz, representante del Grupo Parlamentario Socialista. Estas palabras del Ejecutivo de Pedro Sánchez llegan después de un verano de retrasos en varios aeropuertos, sobre todo en el de Barcelona El Prat, debido a, entre otras cosas, la falta de controladores.

Precisamente, la torre de control de El Prat y el centro de control de Barcelona son los más beneficiados con esta nueva remesa de contratos. En concreto, la torre de El Prat contará antes de final de año con 31 nuevos controladores y el centro de control de la capital catalana dispondrá de otras once personas. "Las contrataciones en Barcelona son insuficientes, pero es un primer paso", señala Susana Romero, portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA). 

Los propios controladores denuncian que entre los años 2006 y 2016 "las contrataciones estuvieron congeladas" a pesar de tratarse de un sector "en continuo crecimiento". De hecho, en los meses de julio y agosto, el tráfico ha repuntado más de un 3%, según datos de Aena, y las contrataciones apenas se han notado en los diversos centros.

La congelación de las contrataciones durante diez años ha provocado una reducción y un envejecimiento de la plantilla que ha dejado como resultado unos gráficos de edad "muy por encima de lo que sería deseable", señala Romero. Por ello, consideran que "el número de contrataciones es completamente insuficiente" para el país que tiene el modelo más mayor en cuanto a edad. 

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Países europeos, como Alemania, aplican prejubilaciones en este sector a partir de los 55 años. En España esta opción es inasumible, tal y como denuncian desde el sindicato. Al ver el gráfico de edad de la plantilla de Enaire a cierre de 2017, se puede apreciar que la mayor cantidad de trabajadores se concentra entre los 41 y los 60 años. De hecho, la portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos destaca que a fecha de septiembre de 2018, la edad media se ha elevado hasta situarse por encima de los 50 años

Por ello, destacan desde el sindicato, si en España se aplicasen las prejubilaciones, las contrataciones deberían ser mucho mayores con el fin de compensar las salidas, algo que parece no entrar en los planes del ministerio de Fomento, entidad de la que depende Enaire. 

Este verano el caos se ha apoderado de algunos aeropuertos ante la falta de personal en las torres de control. "Se planteó incluso la posibilidad de una huelga", confirma Romero. En cambio, a pesar de los retrasos, las aguas se calmaron tras una ardua negociación con la empresa en la que "empezaron a entender el problema", afirman desde el sindicato. 

Como consecuencia de este principio de acuerdo, se pactó la contratación de 420 controladores más antes del año 2025 con el fin de "cubrir las jubilaciones y crear nuevas plazas", confirma Susana Romero. Desde el sindicato de controladores miran con recelo este anuncio y afirman que "si se hace, será un primer paso". 

Largos y caros periodos de formación

Una de las grandes reivindicaciones de este colectivo desde sus inicios ha sido la "inexistencia de la igualdad de oportunidades", tal y como recuerda Susana Romero. Para poder acceder a uno de los puestos de controladores es necesario superar un curso con un coste medio de 75.000 euros, según datos del propio sindicato, que tiene que asumir cada alumno. España es el único país de Europa en el que esta formación es pagada de forma individual por cada persona y no es la propia empresa la que la asume. De hecho, según señala Romero, "en otros países incluso se paga un sueldo al estudiante" durante este tiempo. 

Una vez finalizado el curso se puede llegar a obtener el primer contrato en prácticas. "Es ahora la primera vez que se entra en dependencias y se inicia el procedimiento de aprendizaje del empleo como tal", señala la controladora. Este parte de entrenamiento tiene una duración de entre tres y seis meses en los que el candidato ya cuenta como contratado. 

Por ello, las contrataciones que se produjeron antes y durante el verano, cifradas en más de 80 por el Gobierno, no llegaron a tiempo ni consiguieron evitar los retrasos surgidos durante los meses estivales. "Esas personas empezarán a trabajar como tal ahora, en septiembre u octubre", concluye la portavoz del sindicato, Susana Romero. 

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