Una cooperante australiana, secuestrada en Afganistán

Una cooperante australiana que trabajaba con una oenegé en Afganistán fue secuestrada este jueves en el este del país, anunciaron las autoridades afganas y australianas.

La ministra australiana de Relaciones Exteriores, Julie Bishop, indicó que el gobierno de Canberra se esforzaba por obtener la liberación de Katherine Jane Wilson, que utiliza también el nombre de Kerry, pero insistió en que la política de Australia era no pagar rescates por los rehenes.

Las autoridades afganas precisaron por su parte que la mujer fue secuestrada el jueves al amanecer en Jalalabad, donde había ido a visitar un taller de bordado para mujeres.

"Hemos lanzado una operación de búsqueda de gran envergadura", declaró un portavoz del gobernador de la provincia de Nangarhar, fronteriza de Pakistán y de la que Jalalabad es capital.

Según los primeros elementos de la investigación, hombres armados vestidos de policías la secuestraron en la casa donde se alojaba con afganas que participan en el proyecto, precisó.

Posteriormente indicó que algunas de estas mujeres estaban siendo interrogadas por la policía.

El jefe de la policía provincial, Zrawer Zahed, confirmó el secuestro de una extranjera, "probablemente australiana", por "desconocidos armados" el jueves por la mañana en Jalalabad, donde había llegado la noche anterior.

La ministra australiana de Exteriores está en contacto con las autoridades afganas.

"Nuestra prioridad es asegurar que goza de buena salud, que la tratan bien, es en lo que concentramos nuestros esfuerzos, de acuerdo con las autoridades locales", declaró Bishop.

"El gobierno tiene la política de no pagar rescates a los secuestradores", agregó.

Kerry Jane Wilson aparece como la directora de la ONG Zardozi, dedicada desde 2006 a apoyar a las artesanas y empresarias afganas, según su sitio web.

El padre de la secuestrada, Brian Wilson, de 91 años, pidió la liberación de su hija, y precisó que hacía 20 años que trabajaba en la región con organizaciones especializadas en los derechos de las mujeres y el acceso al agua.

"Estoy muy preocupado", dijo a la cadena australiana ABC. "Pero me imagino que es rehén y que harán lo que puedan para mantenerla con vida y no hacerle daño simplemente porque esperan algo a cambio y no es bueno tener un rehén muerto".

Nangarhar es una provincia inestable en la que hay talibanes y también yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).

Los secuestros de cooperantes para obtener rescates son frecuentes en Afganistán.

Una alemana que trabajaba para la oenegé alemana GIZ fue secuestrada en Kabul en agosto de 2015 y liberada dos meses después. Ese mismo año, en junio, también fue secuestrada una cooperante holandesa que permaneció unos tres meses en cautiverio.

En abril de 2015, cinco empleados de la oenegé Save the Children aparecieron muertos semanas después de haber sido secuestrados en la provincial de Uruzgán, en el sur del país.

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