Correa designa a un exjefe del Parlamento de Ecuador como ministro de Defensa

  • El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, tomó hoy juramento a Fernando Cordero, un exjefe del Parlamento, como nuevo ministro de Defensa, en una ceremonia en la que también designó a otros secretarios de Estado en las carteras de Seguridad, Cultura, Telecomunicaciones y Turismo.

Quito, 26 sep.- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, tomó hoy juramento a Fernando Cordero, un exjefe del Parlamento, como nuevo ministro de Defensa, en una ceremonia en la que también designó a otros secretarios de Estado en las carteras de Seguridad, Cultura, Telecomunicaciones y Turismo.

Cordero reemplaza a María Fernanda Espinosa, quien renunció al cargo el pasado martes por asuntos personales.

Correa, al designar al nuevo ministro de Defensa, recordó que Cordero, arquitecto de profesión, ocupaba el Ministerio coordinador de Seguridad y dijo que ahora tendrá como misión "continuar con una transformación en marcha ascendente en nuestras Fuerzas Armadas".

Asimismo, el mandatario nombró a César Navas, como nuevo ministro coordinador de Seguridad, en lugar de Cordero, y recordó que él ocupó con éxito la dirección del sistema nacional de vigilancia "Ecu-911".

Correa también tomó juramento a Augusto Espín como nuevo ministro de Telecomunicaciones, en lugar de Jaime Guerrero, quien ha estado al frente de ese sector desde hace siete años.

Otro de los ministros que juró hoy fue el exembajador de Ecuador en Chile Francisco Borja, quien fue designado al frente de la cartera de Cultura y en reemplazo de Paco Velasco, que recientemente renunció por asuntos personales.

Correa agradeció la gestión de Velasco, que también se ha desempeñado como parlamentario, al que dijo que pronto llamará para que ocupe alguna función en el Gobierno.

Además, el Presidente designó a Sandra Naranjo como nueva ministra de Turismo en lugar de Vinicio Alvarado que, por llamado del propio Correa, volvió a ocupar la Secretaría Nacional de la Administración Pública.

"Nos quedan tres años de gobierno y los retos son tantos y tan grandes", aseguró Correa durante la ceremonia efectuada en el Palacio presidencial de Quito, donde insistió en que una de las amenazas de su gobierno es lo que denominó la "restauración conservadora".

Según Correa, esa es una estrategia de los grupos de derechas para intentar rescatar el poder en los países donde existen gobiernos progresistas.

Apuntó que parte de esa estrategia de la derecha es lo que llamó "golpes blandos", como los que ya se han intentado, según dijo, en varios países como Venezuela.

Esa estrategia pretende "calentar las calles" con protestas para luego tratar de "deslegitimar al Gobierno", intentar derrocarlo o desgastarlo frente a las elecciones presidenciales de 2017, añadió Correa.

"No podrán con esta revolución", aseguró el mandatario que pidió a sus colaboradores trabajar "apasionadamente" en favor del pueblo.

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