Esa resolución surge al ser rechazada una apelación del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
"Los magistrados por mayoría decidieron declarar la improcedencia del recurso de apelación" presentada por el TSE, dijo a periodistas Erick Castillo, coordinador de la Secretaría de la Corte Constitucional.
El viernes pasado, el TSE impugnó un amparo provisional otorgado a Ríos por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que la obliga a inscribirla para competir por la presidencia en las elecciones generales del 6 de septiembre.
La hija del exdictador es postulada por el modesto partido derechista Visión con Valores (Viva), pero el TSE le había negado la inscripción argumentando que están inhibidos para aspirar al cargo los familiares hasta el cuarto grado de consanguinidad de quienes hayan participado en golpes de Estado.
El general Ríos Montt, de 89 años y padre de Zury, llegó al poder el 23 de marzo de 1982 mediante un golpe de Estado contra el general -ya fallecido- Romeo Lucas García (1978-1982). Fue derrocado el 8 de agosto de 1983 por su ministro de la Defensa, el general Óscar Mejía.
Según Castillo, tres de los cinco magistrados de la CC votaron a favor de rechazar el recurso por considerar que órgano electoral no tiene facultades legales para apelar en este tipo de casos.
La batalla legal de Zury Ríos por la inscripción se da en paralelo a la que libra junto a un equipo de abogados para impedir que su padre sea internado en un hospital psiquiátrico público por orden de un tribunal.
El propósito de tal internamiento es determinar si tiene capacidad mental para enfrentar un juicio por genocidio contra indígenas, cometido durante su régimen de facto (1982-1983).
El exdictador fue sentenciado el 10 de mayo de 2013 a 80 años de prisión por la matanza de 1.771 indígenas durante su gobierno, pero la máxima instancia judicial del país anuló la condena alegando errores procesales y ordenó realizar un nuevo debate.
La dictadura de Ríos Montt es considerada el periodo más sangriento de la guerra civil que vivió Guatemala entre 1960 y 1996, la cual dejó 200.000 muertos y desaparecidos, según un informe de la ONU.
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