Costa Rica se encamina a las elecciones en un contexto político desfavorable

  • En medio de una fría campaña política y altas cifras de indecisos, Costa Rica cierra 2013 encaminada hacia las elecciones del próximo 2 de febrero, en las que decidirá si le da un tercer mandado consecutivo al Partido Liberación Nacional (PLN).

Douglas Marín

San José, 19 dic.- En medio de una fría campaña política y altas cifras de indecisos, Costa Rica cierra 2013 encaminada hacia las elecciones del próximo 2 de febrero, en las que decidirá si le da un tercer mandado consecutivo al Partido Liberación Nacional (PLN).

La campaña electoral arrancó el pasado 2 de octubre pero no ha logrado despertar el entusiasmo que se apreciaba años atrás, al punto de que cerca de la mitad del electorado se mantiene indeciso de acuerdo con las encuestas.

Esto se explica, en buena parte, porque Costa Rica vive una de las coyunturas menos favorables de su historia para una campaña electoral, según el director del informe Estado de La Nación, Jorge Vargas Cullel.

"Costa Rica se encuentra en el contexto político más desfavorable en décadas, con una democracia madura pero en la que los 'sin partido' son mayoría, y con 22 meses continuos de alta protesta social", declaró Vargas.

Los datos del informe indican que es inédito el registro de tanta protesta social, con un promedio de 35 acciones colectivas por mes, la mayoría protestas y manifestaciones ciudadanas.

Vargas explicó que Costa Rica sufre "una erosión de su sistema político", y que se aprecia una "batalla sobre visiones opuestas que tienen varado al país".

El informe Latinobarómetro señaló que entre 2009 y 2013 el apoyo de los costarricenses a la democracia cayó de un 74% a un 53%, e indicó que los costarricenses creen que el principal problema del país es la corrupción, lo que explica su desconfianza hacia la democracia y los partidos políticos.

La presidenta del país, Laura Chinchilla, se vio envuelta en la polémica en este año cuando realizó un viaje a Perú en un avión privado prestado por un empresario colombiano, que luego fue señalado como sospechoso de tener vínculos con el narcotráfico en su país.

El Gobierno luego afirmó que el empresario se había presentado con un nombre falso, pero el caso obligó a la renuncia del ministro de Comunicación, Francisco Chacón, y del jefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad, Mauricio Boraschi.

Además, este año Chinchilla debió echar marcha atrás al contrato por 523 millones de dólares con la empresa brasileña OAS para la reconstrucción y ampliación de un tramo de 58 kilómetros de la carretera interamericana.

El cambio se produjo después de que miles de vecinos de la vía protestaran en las calles por el alto costo de la obra, las elevadas tarifas de los futuros peajes y supuestas irregularidades en el contrato.

Un caso similar fue el proyecto de una refinería conjunta con China, valorada en 1.300 millones de dólares, cuyo estudio de viabilidad fue anulado por la Contraloría General de la República tras encontrar irregularidades en cálculos económicos y violaciones al contrato.

Estos hechos afectaron la deteriorada popularidad de la presidenta, quien fue la peor evaluada de América Latina, con apenas 9 % de aceptación, en un estudio de la mexicana Consulta Mitofsky.

En una encuesta local de la firma Unimer, el 67 % de los costarricenses calificó la labor del gobierno de Chinchilla como "mala" o "muy mala", y solo 5 % la consideró como "buena", mientras el 70 % dijo que el Gobierno era corrupto.

Por otra parte, la encuesta más reciente de Confianza del Consumidor, elaborada por la estatal Universidad de Costa Rica, reveló que solo el 3 % cree que el Gobierno ha hecho una buena labor en política económica y social.

Chinchilla no ha logrado reducir la pobreza, que se ubica alrededor del 20 % desde hace ya dos décadas, y tampoco el desempleo, cercano al 10 %.

La campaña electoral tampoco ha ayudado demasiado a mejorar la confianza ciudadana, pues ha transcurrido en medio de ataques entre los candidatos, anuncios con poco contenido y polémicas internas dentro de los partidos.

El próximo 2 de febrero los costarricenses decidirán si le dan continuidad al PLN por tercer mandato consecutivo con su candidato Johnny Araya, exalcalde de San José, o si optan por el cambio.

Araya es el favorito en los sondeos con el 25 % de apoyo, lejos del 40% necesario para ganar los comicios en primera ronda.

Las encuestas colocan en segundo lugar a José María Villalta, del izquierdista Frente Amplio, seguido por Otto Guevara, del derechista Movimiento Libertario, Rodolfo Piza del PUSC, y Luis Guillermo Solís del Partido Acción Ciudadana (PAC).

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