Dan prisión domiciliaria a exmano derecha de Lula condenado por corrupción

Brasilia, 28 oct.- La corte suprema de Brasil le concedió hoy el beneficio de la prisión domiciliaria al exministro de la Presidencia José Dirceu, que llegó a ser la mano derecha en el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y purga una pena de diez años por su responsabilidad en un escándalo de corrupción.

La progresión desde el régimen de prisión semiabierto al de prisión domiciliaria fue concedida por el magistrado Luis Roberto Barroso, responsable por las decisiones de ejecución penal del Supremo Tribunal Federal (STF), informó hoy la máxima corte brasileña.

Según el magistrado, por haber cumplido el 20 de octubre pasado la sexta parte de su condena, tener buen comportamiento y haber ganado días de descuento en la prisión por su trabajo en un bufete de abogados, la ley le garantiza al preso el derecho de cumplir el resto de la condena en su residencia en Brasilia.

Dirceu, el principal protagonista del escándalo de corrupción destapado en 2005 y que puso contra las cuerdas al Gobierno de Lula, ya disfrutaba del derecho de tan sólo permanecer en la cárcel para dormir debido a que la corte lo había autorizado a trabajar en el bufete de abogados.

Con la nueva decisión, el expresidente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), que estaba preso desde noviembre del año pasado, podrá cumplir en casa los 7 años y 11 meses que aún le quedan de condena.

El exministro tendrá que cumplir algunas reglas para beneficiarse del régimen de prisión domiciliaria, como mantener una residencia fija, horarios para salir y regresar del trabajo, no salir de Brasilia y no encontrarse con las personas que fueron condenadas en el mismo proceso.

El entonces dirigente del PT era el ministro de la Presidencia en el primer mandato de Lula y fue calificado por la corte suprema como "jefe" de una red de corrupción que durante ese período desvió dinero público hacia las arcas de la formación gobernante.

El exministro fue condenado a diez años y diez meses de prisión por los delitos de corrupción activa y asociación ilícita.

Dirceu fue uno de los 25 empresarios y políticos hallados culpables de los casos de corrupción que en 2005 hicieron tambalear al Gobierno de Lula, quien no fue incluido entre los acusados porque la corte no halló pruebas suficientes en su contra.

Otro de los sentenciados es José Genoino, quien presidía el PT en la época de los escándalos y fue condenado a seis años y once meses, también por corrupción activa y asociación ilícita.

Según quedó comprobado en el juicio, la red de corrupción desviaba recursos de empresas estatales para distribuir sobornos mensuales entre parlamentarios dispuestos a aprobar las iniciativas llevadas por el Gobierno al Congreso.