Lleida.- La Policía Nacional ha desarticulado una red organizada especializada en la falsificación de permisos de residencia de muy alta calidad y ha detenido a dos personas en Lleida y en Guissona (Lleida), que podrían haber falsificado medio centenar de estos documentos.
Según ha informado hoy la Policía Nacional, a los dos detenidos se les han encontrado tarjetas falsificadas, soportes de plástico tipo tarjeta, numeroso material informático, gran cantidad de documentación relacionada con las actividades ilícitas y útiles diversos.
La operación se inició hace tres meses en Lleida con la detención de un ciudadano de nacionalidad argelina a quien se le intervinieron 24 tarjetas de permisos de residencia falsificados en el interior de su vehículo.
Los investigadores registraron su domicilio, donde se intervinieron tarjetas de residencia falsas, documentación y numerosos útiles para llevarlas a cabo.
Las investigaciones policiales permitieron determinar la implicación de un ciudadano italiano residente en Guissona, quien sería el encargado de materializar las falsificaciones de forma prácticamente artesanal y que fue detenido el pasado fin de semana.
En su domicilio, los agentes se intervinieron equipos informáticos, una impresora de formato especial similar a las utilizadas para la confección del DNI, programas de tratamiento de la imagen, tarjetas-soporte en blanco con chips incorporados, bandas magnéticas y sus lectores, así como plastificadoras.
Los dos detenidos eran, según la Policía Nacional, los encargados de confeccionar, distribuir y vender las tarjetas de residencia fraudulentas a posibles interesados o por encargo, previa cantidad pactada.
Los documentos permitían a sus usuarios conseguir certificados de asignación de NIE, otros documentos que acreditan la condición de ciudadano de la Unión Europea, alta en la Seguridad Social, apertura de cuentas bancarias y el consecuente acceso a tarjetas bancarias con las que posteriormente llevar a cabo adquisición de bienes de consumo de manera igualmente ilícita, entre otros.
Al cometer este tipo de delitos los detenidos realizaban una usurpación de estado civil, puesto que los números de los documentos de identidad falsos utilizados en la mayoría de las ocasiones estaban asignados oficialmente a sus verdaderos titulares.
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